el detalle.

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Después de contarles el momento en que llegué a Nueva York, ya estaban mas aburridos que un niño de cinco años intentando jugar ajedrez con su abuelo.

- bueno, ya, aún no respondes mi primer pregunta- dijo Sofía evitando que siguiera con mi historia.

-¿cual?,¿la del sujeto de ayer?- dije al recordarla- es que estábamos en su territorio-.

- ¿como sabes eso?- preguntó Oscar.

- en la pared del callejón pude ver la marca del vampiro, todos los vampiros ponen una en su territorio-

-¿tu has puesto una?- preguntó Oscar.

Tal parece que de nuevo me están tomando confianza, pero aún no es seguro.

-si, de hecho, hay una aquí en mi casa-

Me levanto del sillón y me dirijo al cuadro con mi foto en el Titanic y la quito de su lugar, debajo de ella se encontraba el símbolo.

-wow, tiene tu inicial- dijo Oscar.

- Deja me ver si entendí,- comenzó a decir Sofía- eres mitad humano, mitad vampiro; tienes mas de mil años de vida, puedes tener visiones futuras, y... Y... ¡¡¡Tienes mas de mil años!!!-.

Le dije que si con la cabeza.

-creo que esto es mucho para ti, yo diría que mejor vayan a casa Y descansen, además, ya es tarde y mañana voy al trabajo-.

Oscar se quitó los lentes y los limpio, como si quisiera darle un toque dramático a su respuesta.

- ok, pero mañana... ¡¡me enseñas a hacer ese símbolo, me gusta para la portada de mi cuaderno-

-¡¡¡NO!!!-

-¿por?-

- ese es el símbolo mas respetado por las criaturas, por eso lo usamos para marcar el territorio, si un mortal lo dibuja, no se que cosas le puedan hacer-

-ok- dijo de mala gana.

- Entonces, adiós-

Ambos salieron de la casa, cerré la puerta y sentí un gran alivio, ya no necesitaba ocultar nada, al menos a ellos dos, pero eso me quitó un gran peso de encima.

A la mañana siguiente, fui al trabajo. Como siempre, esperaba a Oscar, que pasaba por su café exprés matutino. Llego un poco mas tarde de lo normal.

-hola Rallan, ¿has visto a Sofía?-

-no, ¿por?-

-mm, que raro, no la he visto por ningún lado-

- ¿no esta en su casa?-

-no lo se, aún no he ido-

- Ya casi es hora de mi descanso, si quieres vamos a ver-

Me dijo que si con la cabeza y en cuanto inicio mi descanso, fuimos a su casa. Oscar toco la puerta, nadie abrió. Toco el timbre, nadie abrió. Gritó por la ventana, nadie respondió.

- ¿donde estará?- dije girando el picaporte, estaba abierto. Entramos a la sala, donde estaba un poco tirado, lo cual es raro, porque siempre tiene impecable.

-¿Sofía, estas aquí?- preguntó Oscar.

Miré la mesa de centro, había una nota, la tomé y la comencé a leer en voz alta para que Oscar escuchara.

-hola Rallan, me recuerdas. Tu tienes algo que yo quiero, algo valioso para mi, y si no me lo das, nunca volverás a ver a tu amiga.
Atte. Tu viejo amigo Thadeuus.-

-¡¡¡SABÍA QUE ESE TIPEJO TRAMABA ALGO!!!-

-no comprendo, ¿quien es Thadeuus?-

-¡el vampiro de la otra noche!-

-ok, pero, ¿que es lo que quiere?-

Me quedé analizando la letra, me pareció conocida, pero, ¿de donde?

Y entonces recordé:

Cuando vivía en Londres, conocí a otro vampiro, quien me ayudó desde el día en que llegue asta en día en que me fui. No lo había mencionado antes porque no recordaba bien quien era (su nombre y físico) y no quería dar información que no tenía clara. Y pues era el, Thadeuus me cuidó en Londres, o al menos me enseñó a cuidarme solo.

Recordé que, aunque el creía que no sabía, él iba detrás de la llave que me transportó a Londres. No se si me explico bien, el caso es que me ayudó y ahora quiere mi llave.

-ya se lo que quiere, ya se quien es, y por que lo hizo- dije tirando la nota al suelo.

-y, ¿que es lo que quiere?- volvió a preguntar Oscar.

-ven vamos a buscarlo-

Rápidamente tomé su brazo y salimos corriendo de la casa. Oscar la intentó cerrar, pero solo la emparejó...

Ilusiones Del Tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora