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Era una mañana tranquila, el día lucia soleado a través de las cortinas y tenía pinta de que iba a ser bueno, papá, mamá, Irina y yo nos encontrábamos degustando nuestro desayuno en el comedor para que después yo y mi hermana fuésemos al instituto. Mamá hablaba con entusiasmo sobre el viaje familiar que había comenzado a planear un par de semanas atrás, quería ir a un lugar donde hubiera mar y eso me emocionaba ya que hacía mucho tiempo no íbamos a uno, mi hermana por su parte se encontraba disgustada con la idea ya que odiaba quemarse por culpa del sol y ni si quiera sabia nadar debido al pavor que le tenía a las aguas profundas.
Lida, nuestra mucama se encontraba al lado de Irina intentando convencerla de comer como si de una niña pequeña se tratase, pero mi hermana siempre se comportaba testaruda a la hora de comer, pero ahora también estaba haciendo berrinche por lo del viaje.
Papá se encontraba hablando por el móvil, posiblemente de negocios con alguien de la oficina, no lograba escuchar sus palabras o no me interesaba lo suficiente el hacerlo.
– Grigoriy, podrías dejar ese móvil a un lado y disfrutar el desayuno en familia. – replico mama un tanto molesta.
– Lo siento, cariño. – dijo papá dejando a un lado su móvil.
– Bien, ¿qué les parece salir del país estás vacaciones? Podríamos ir a alguna playa de México o...– dijo mamá retomando el entusiasmo, pero en eso papá tuvo que interrumpirla.
– Cariño, me temo que no puedo estar mucho tiempo fuera. – dijo papá.
Mamá se desilusiono al instante, me sentí mal por ella, no dejaba de hablar de éste viaje, pero papá siempre se encontraba ocupado debido al trabajo y en cuanto ella se entero de que tendría un descanso comenzó a planear las vacaciones perfectas, a fin de cuentas hacía mucho no salíamos en familia.
Por un instante se me ocurrió sugerir ir de vacaciones hacia Londres al viejo pueblo al que íbamos en ocasiones debido al lago y a lo tranquilo que solía ser, pero al igual que la idea de mamá, el lugar era bastante lejano para el poco tiempo del que disponíamos.
– No importa a donde vayamos, lo importante es que estaremos juntos. – dije tímidamente, para hacer sentir mejor a mamá.
– Tienes razón Alek. – dijo mamá esbozando una sonrisa y acto seguido acaricio mi mano con gentileza.
– Como sea, mejor para mí. – dijo Irina rodeando los ojos, estaba celosa.
Después de eso papá volvió a tomar su móvil debido a que todos nos quedamos en silencio pero en eso sonó el timbre y papá volvió a depositar el aparato en la mesa.
Lida se despego de mi hermana con rapidez para dirigirse hacia la entrada y recibir a nuestro invitado.
– ¿Esperas visitas? – le preguntó papá a mamá extrañado.
– No. – dijo mamá un poco confundida.
Mire hacía la gran entrada del comedor en espera de Lida para anunciar quien había llegado pero eso nunca pasó.
En eso un hombre apareció frente a nosotros; era alto, rubio con el cabello peinado hacía atrás y era un tanto delgado, parecía ser joven, lucía una extraña sonrisa en sus labios que hacía que sus ojos se achicasen y permaneció de pié en la entrada del comedor.
Papá se levantó al instante de su silla y miro con una mezcla de enojo y sorpresa a nuestro visitante.
– ¿Dimitriy? ¿Qué es lo que haces aquí? – preguntó mi padre con el ceño fruncido.
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Damaged Kids
Non-FictionDos hermanos (Aleksei e Irina) después de ser víctimas de un secuestro, el asesinato de sus padres y pasar por daño tanto físico como psicológico por un hombre vengativo y ambicioso que trabajaba para su padre, huyen de su país natal; Rusia, hacia...