Una Anticuada Adolescente Del Siglo XXI

Capítulo 4.

Cuando en la mañana Eva vino a despertarme para cumplir con mi labor, todavía estaba amaneciendo. Levantarme temprano fue un enorme reto para mí, pues yo nunca había sido considerada una persona "madrugadora". Lentamente fui despertándome y Eva me ayudó a vestirme. El outfit de hoy, era la misma camisa de cuello alto blanca y otra pollera larga color marrón. Genial, ahora además de tener que trabajar, debía vestirme horriblemente mal.
En cuanto al trabajo, Eva me dió la lista de quehaceres que me tocaban a mí. Esta incluía lustrar pisos y muebles, sacar el polvo, limpiar las habitaciones, y hacer las camas. No parecia tan difícil. Las cosas enserio complicadas le tocaban a la pobre Eva.
Aunque estas actividades parecían ser muy sencillas, no lo eran. Al terminarlas (luego todo el maldito día) estaba completamente agotada. Me dolía el cuello y la espalda, y moría de sueño. Estaba pensando en irme a dormir, pero antes pase por la cocina para comer algo. Mientras Eva me preparaba la cena, apareció Santiago, el hijo mayor. Estaba tan serio como la noche pasada, y parecía molesto por algo.
- Mi cama esta mal hecha- dijo, con cara de enojo.
- Lo siento, hice lo mejor que pude.
- Pues esfuércese más.
- Si tanto le molesta, señor, ¿por qué no lo hace usted mismo?.- Mi respuesta pareció enojarlo aún mas, ya que su cara se crispó en una mueca que claramente denotaba molestia.
- Le recomiendo que a mí me trate con respeto. No puedo perimitir que una sirvienta de segunda me trate de ese modo.
Le dediqué una cara que expresaba todo el odio que sentía por él antes de que diera la vuelta y se fuera de nuevo a su cuarto. En sima de que yo ponía todos mis esfuerzos en hacerlo bien, él venía y me criticaba todo! Quién se creía que era?. Para colmo, Eva estuvo dándome un sermón de masomenos una hora diciéndome que tenía que comportarme con más respeto si quería quedarme en la casa. Pero yo que culpa tenía si los dueños eran unos idiotas?.