-Tierra llamando a Allison. – Mackenzie empezó a mover sus manos frente a mí.
-Lo siento ¿me decías?
-Alguien está en su mundo. – él se recostó en uno de los casilleros con los brazos cruzados.
-Ando pensando en cómo haré con el baile de graduación, luces, flores, algún DJ de mala muerte que probablemente termine siendo el hermano mayor mal pagado de alguno de nosotros y...
-Desearía que me pagaran por cada vez que te empiezas a preocupar por cosas sin sentido. – me interrumpió y yo fruncí el ceño mientras sacaba los libros para la próxima clase: Biología.
-Claro que tiene sentido ¿o no piensas ir? – pregunte mientras me colocaba la bata de laboratorio.
-Si fuera por mí no iría pero sabes cómo son los padres y sus típicos álbumes de fotos – levante mis cejas y lo mire de mala gana – pero tú lo organizas, así que quiero ver como haces eso. Además falta mucho para eso.
-Gracias por tu apoyo moral y no falta tanto, así que deberías ir buscándote pareja.
-¿Qué hay chicos? – saludó Emily mientras se quitaba la bata de laboratorio.
<<Está hecha un asco.>>
– Dios ¿Quién te hizo tanto daño? – bromeé.
-El laboratorio es un caos, Jack fue un genio y dejo escapar a cinco de siete ranas y te imaginarás los gritos de las chicas, no fueron nada normales – terminó de acomodarse la ropa, guardó todo en su casillero y empezó a acomodarse su cabello cobrizo – La señorita Irene está enojada y pobre de ustedes que les toca ahora mismo.
-''Señorita'' – imitó Mackenzie el tono de voz de Emily – Es un fósil viviente.
Emily rodó los ojos ante el comentario. Si, Mackenzie tenía razón en que esa mujer tenía la edad de un dinosaurio, pero también ambos sabíamos lo mucho que Emily la admiraba, puesto que ella se la pasaba en centro de ciencias buscando becas para estudiar algo que tenía que ver con la genética. Cerebrito.
-Hablando de regaños, Jack tiene detención – se dirige a Mackenzie – eso quiere decir que no hay entrenamiento para él hoy.
Mackenzie soltó un suspiro para luego irse.
-¿Me ayudarás con el anuario? – puse mi mejor cara de perrito abandonado.
Emily sonrió y sacó una cámara de su casillero.
-Aron, por el amor a todo lo bello en esta vida, no aprietes a la rana. – dije con cierto nerviosismo y tristeza por el pobre animal.
-Igual va a morir y no creo que ser abierta a la mitad sea más lindo que morir estrangulada. – dicho esto se puso el animal a escasos centímetros de su cara.
-Interesante conclusión, señor Damon– dijo la profesora Irene a mis espaldas, haciendo que pegara un brinquito - pero es mejor que le haga caso a su compañera, a menos que quiera una detención.
-Sí, profesora.
Aron dejó la rana en la mesa, mientras maldecía por lo bajo y me aguantaba las carcajadas.
Al terminar la jornada de clases, empecé a tomar las fotos de los clubes estudiantiles mientras hacían sus actividades y los entrenamientos. El equipo de fútbol americano casi nos lleva por delante. El club de teatro, nos recibió con los brazos abiertos, Aron y yo somos parte de el.
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Heartbeat
Teen FictionEs la historia de dos amigos de toda la vida que quieren cumplir todas sus metas. Sin embargo, en su camino se les presentarán situaciones que ponen sus sueños en riesgo y... ¿Quién sabe? Tal vez el corazón de uno de ellos empiece a latir por el ot...