Marionette (Park Jimin) [+18] ~Terminada~

Marionette

¡Hola bebés!

He vuelto a reescribir la historia, adaptándolo a un lenguaje y forma narrativa más madura de lo que era antes. Créanme, he mejorado mucho mis escritos de la primera vez que fue publicada.

Antes que empiecen a leer, quiero dar algunas advertencias.

⚠️ESTE FANFIC CONTIENE⚠️
-LENGUAJE ADULTO Y OFENSIVO.
-CONTENIDO SEXUAL EXPLÍCITO 🔞
❌NINGUNA DE LAS ACCIONES DESCRITAS DEBEN SER REPLICADAS❌
❗HISTORIA COMPLETAMENTE FICTICIA. NINGUNA DE LAS ACCIONES NARRADAS DESCRIBEN A LOS PERSONAJES EN LA VIDA REAL❗
❗CONTENIDO PURAMENTE DE ENTRETENIMIENTO. NO SE BUSCA OFENDER A NADIE❗
Si no te gusta esta clase de historias, te invito a que te retires. Evitar hacer comentarios ofensivos (todos serán borrados).
Leer bajo responsabilidad propia.

Quiero dejar en claro que escribí esta historia para aventurarme a un género que normalmente no me siento en confianza de hacer. Pero también más que un fanfic de contenido sexual, lo quiero presentar como una forma de awareness para los que decidan leerla, demostrando una situación que ocurre más a menudo de lo que debería y además he presenciado muy de cerca.

Vuelvo a repetir, antes de comenzar a leer,  si no te gustan las historias con temáticas +18, esta historia no es para ti.

Sin más que decir, comencemos.

PD: No olviden leer el mensaje del final.

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¿Por qué no puedo olvidarte?

¿Por qué fui tan estúpida?

Lo único que necesito es tu amor.

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Me había ganado el título de la más fácil de todo el instituto a pecho y sabía exactamente que me lo merecía.

Estaba casi segura de que le había abierto las piernas a casi todos los de mi facultad al menos una vez y a aquellos que no, pronto ocurriría, solo sería cuestión de tiempo.

Sabía que muchas chicas hablaban mal de mí a mis espaldas y muchas de ellas ni siquiera trataban de disimular el odio por la puta. Sus insultos, comentarios y acciones dejaban en claro que su objetivo era humillarme por mi pasado y presente.

En cuanto a los chicos, entendía que la gran mayoría solo me veían como un maldito juguete sexual, de un solo uso. Había dejado de ser vista como una persona desde que mi reputación se hacía cada vez más grande. Mientras más personas me conocían, menos humana me volvía.

Pero después de tanto tiempo con lo mismo, ya conocía mi juego a la perfección. Aprendí a que yo era la que tenía que llevar el mando, que yo tenía que ser la reina en aquel tablero de ajedrez.

Ahora la que utilizaba a los hombres era yo, para mí, ellos también habían pasado al plano de ser unos simples objetos. Me convencí a mí misma que debía pensar que ellos valían menos que el bolso que traía en el brazo, que tenía dejar de tratarlos como personas.

Cada vez que acababa de tener sexo con alguien, simplemente me volvía a poner mi ropa antes de abandonarlos de donde sea que nos encontrásemos, ni siquiera volteaba a dar una última mirada a mi compañero de aquella noche. Muchos volvían a buscarme o llamarme, pero yo simplemente los ignoraba. Una vez que cerraba aquella puerta, su presencia se volvía invisible.

Dejé de tener sexo con la misma persona, una sola vez era suficiente. No importaba qué tan bueno fuese en la cama o qué tan bien se comportaba conmigo, seguía al pie de la letra mi regla "uno por uno". Incluso podía llegar a ser la peor basura con aquellos que me buscaban después, contestándoles con un "¿Quién eres tú? ¿Te conozco?" sin sentir culpa o remordimiento alguno.