Unas semanas más tarde...~Narra Akira~
Ya han pasado unas semanas desde que me enteré de la muerte del señor Liu. Días después de la noticia, me marché a Japón para ir al funeral. Allí estuve con la madre del señor Liu, la señora Katagashi. Es una mujer muy agradable, de ese tipo de mujeres que te hace limonada en verano y te hace galletas. Siempre fue muy buena conmigo, incluso ahora que ya no tenemos nada de relación, me deja quedarme en su casa, y me da de comer. Yo haría lo mismo así que lo entiendo. El funeral cayó un domingo, y el señor Liu es, era, una persona muy tradicional, aunque no pudo nunca casarse como quiso por el simple hecho de ser homosexual. A veces Japón da asco.
Los funerales japoneses incluyen velatorio, la cremación de los difuntos, un entierro en familia, y un servicio conmemorativo periódico. Aunque la verdad, casi toda la población japonesa es budista, como el señor Liu y como yo, así que la organizacion del funeral y el contacto con el templo budista es responsabilidad del hermano mayor del difunto, el hermano del señor Liu, Takumi. Nunca le conocí, ya que el señor Liu nunca hablada de el. Creo que se pelearon y no volvieron a hablarse. Sea lo que sea, tampoco iba a hablar, me estaba replanteando ir o no. Según los médicos el señor Liu tuvo un accidente de tráfico cuando estaba llegando a su casa. Cuando me enteré de la noticia tuve una mezcla de sentimientos. El chico de mis sueños acababa de decirme que me quiere, que está enamorado de mi, nos habiamos besado y todo era perfecto. Ya no había más demonios, no en ese momento. Estaba tan feliz, como nunca y... todo se fue a la mierda.
Al final si fui al funeral acompañada de la madre del señor Liu. Cuando estábamos apunto de irnos, yo me mire en el espejo que estaba colocado en la entrada. Ni siquiera podía mirarme sin romper a llorar, así que baje la mirada. La madre del señor Liu apareció y me dio una mirada materna y se lanzó a abrazarme. Yo me limite a devolverselo. Llegamos al funeral, la gente iba vestida de negro y abrazandonos los unos a otros. Tengo un recuerdo vago sobre mi madre en los funerales. Recuerdo que ella reía mucho en los funerales con sus familiares. No se por que lo hacia, pero me pareció bastante tonto y raro, aunque me gustaba. Por lo menos no estaba llorando por las esquinas y si lo hacia, bueno, por lo menos yo no lo notaba. Mi madre era buena persona, me quería mucho, pero la gente no la quería, solo por quien era y por que tenia. No es justo para nadie. Si no te gusta una persona, no la maltrates, déjala y ya, con eso es suficiente.
Durante nuestra visita al templo para rezar a los dioses por el alma del señor Liu, pude ver como todos lloraban desconsoladamente. Yo no soy una persona de lágrima fácil, lloro por cosas importante, o por lo menos es lo que intento. Entiendo que llorasen, pero yo no podía. Odio con toda mi alma llorar delante de la gente, no es algo bueno para mi. Recuerdo que cuando lloraba de verdad por algo más lágrimas hacia daño mi piel. Era como si quemasen. Parecía que todos tenían esas lágrimas. Rece y me fui. Le dije a la señora Katagashi que mucha gracias por su amabilidad y por acojerme, que se lo pagaría de alguna forma, pero que me iba a Corea otra vez. Busque el billete más pronto que pude para volver y lo compré. Ese mismo día me subí al avión. No había hablado con nadie desde que me marché, ni siquiera con Chanyeol. Tampoco quería, no quería que me viese así y menos que se preocupe. No me gusta que se preocupen por mi, prefiero arreglarlo yo misma mis problemas , como siempre he hecho. Durante el trayecto de vuelta estuve pensando mucho. Pensé en lo mal que tiene que sentirse la madre del señor Liu, en lo mal que tuvo que sentirse su hermano al recibir esa noticia, después de estar tanto tiempo sin hablarse, pero el quiere al señor Liu, es su hermano por el amor de Dios. También pensé que si existe algún lugar donde las almas que han dejado su cuerpo para siempre del mundo en el que nos encotramos exista, el señor Liu estará feliz de ver a su marido allí, a la persona que siempre a querido y nadie aceptó eso, puede que sólo yo, o no hace falta que fuese yo, solo alguien. Y también pensé que no lo he aprovechado. Cuando me fui de Japón tuve menos contacto con el señor Liu y sólo pude verle en persona un par de veces. Eso me rompe el corazón. La gente no aprecia lo que tiene. Yo intento apreciar lo que tengo. Puede que mi vida no haya sido lo mejor, pero soy muy afortunada. Soy afortunada por tener a gente que dé verdad me quiere y que yo quiero, gente que se preocupa por mi. Por tener un techo, comida, dinero, educación, por tener salud, por tener piernas... por tener todo lo que tengo lo soy, y se que hay gente que piensa que no lo aprecio, pero de verdad lo intento. Pero no creo que aprecie en mi vida al señor Liu. Siempre he estado tan confundida por todo, y ahora lo veo todo tan claro. Un vacío de melancolía y una tonelada de recuerdos inundó mi corazón. En ese momento, en aquel avión, mirando por la ventana, sobrevolando las nubes y el mar, empecé a llorar de verdad, llorar esas lágrimas que me hacían daño la piel y que tanto odio.
~Narra Taehyung~
Cuando mis padres me dijeron que no me podía casar, mi mundo se vino abajo.
Usako y yo les explicamos a mis padres nuestra situación, que nos queríamos casar. Al principio mi madre empezó a reír. Ella pensaba que era una broma, siempre nos hacemos bastantes bromas así. Como cuando Baek les dijo a mis padres que Taeyeon estaba embarazada. Tuvo tanta gracia, porque a mi madre casi le da algo. No en verdad no. Pero al vernos tan serios los dos mi madre paro de reír y dijo un "QUE" muy, muy pronunciado. Ellos se miraron por unos momentos hasta que empezaron a gritarnos cosas como "ESTÁIS LOCOS" "NO PODÉIS HACER ESO SOIS MUY JÓVENES" y tal. A la segunda de cambio me harté de ellos. Siempre me dicen que soy libre para hacer cosas, que si dé verdad quiero algo que puedo conseguirlo... ELLOS TUVIERON A BAEKHYUN CON MI EDAD MALDITA SEA. Sólo les dije que haría lo que nos diese la gana y adiós. Cuando me marché de allí Usako empezó a decir cosas como "pueden que tengan razón, además no tenemos dinero ni el apoyo de nadie". Yo le dije que todo iba a salir bien, que comprase un vestido bonito y que nos veríamos en el juzgado el jueves.
~Narra Akira~
Llegué a mi casa, no a la de Chanyeol. Allí estaba mi hermana, sentada en el sofá. Al verme se levantó de un salto. Nos miramos durante un rato hasta que nos abrazamos. Las dos empezamos a llorar. Creo que era una mezcla entre tristeza y felicidad, tristeza por lo que ha pasado y felicidad por estar juntas. Nos sentamos en la mesa que había en la cocina, al lado de una ventana enorme.
-Lo siento muchisimo Akira... no...no se que decir - ella estaba apunto de llorar otra vez.
-No tienes que decir nada, esta bien.
-Bueno, yo... Si tengo que decir algo Akira... - ella no me miraba mucho - voy a hacer un tratamiento especial a los Estados Unidos - ella hizo una sonrisa forzada.
-Wow, pero, ¿por que?
-Akira... se que lo hice muy mal... estoy muy arrepentida... No quiero que pase más así que voy a hacer un tratamiento para que mi enfermedad moleste lo más mínimo - estaba un poco sorprendida. No sabía como reaccionar, pero se que ella se sentía feliz, además ella quiere salir de aquí, así que me alegré mucho por ella. La abracé con mucha fuerza y ella me devolvió el abrazo. Ella dijo un "gracias", pero se que lo sentía de verdad. Cuando acabamos de abrazarnos ella dijo unas palabras que se me quedaron a fuego en la mente: "creo que el señor Liu estaría orgulloso de ti, de quién eres, de que vueles por fin". Ella se marchó de la casa, que por cierto puso en venta, y yo me quedé allí un tiempo. ¿Y si debo volar de una vez? Se que eso del "adios" nunca se lo diré al señor Liu. Para mi siempre estará en mi corazón, pase lo que pase, por muy lejos que este de mi. Puede que por fin haya completado mi tratamiento, puede que ya lo haya conseguido, puede que ya sea la hora de volar.~Narra Taehyung~
Jueves, por fin. Mi plan era casarme en el juzgado, me daba igual lo que mis padres dijesen, o los de Usako, que tampoco quieren, porque lo nuestro es real, y así seguira para siempre, y esto, señalara nuestra prueba de amor. De camino al juzgado estuve pensado en nuestro futuro. Tendríamos a un hijo llamado Charlie e intentariamos vivir en Inglaterra. Ella sería profesora de baile y yo, bueno, no me importa en que trabajar mientras siga a su lado. Escuchando a Taylor Swift de camino al juzgado, pude divisar un futuro, pero lo último que recuerdo es ver al coche dando muchas vueltas hasta quedarse al borde de la carretera.
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