La gotas de lluvia corren por los cristales de la ventana, y a su par las preocupaciones. ¿Cuantás veces la misma historia? ¿Cuantás veces la misma persona? Estoy cansada, pero decido darle una oportunidad. La extraño, y mucho, aunque también me ha hecho mucho daño. Llevamos sin hablarnos desde Julio, y 9 meses después decide aparecer. Que lo haya hecho a través de una amiga no me convence mucho, pero es cierto que la tormenta ya ha pasado, y no hay que dejarse cegar por el odio y la ira. Estaba escribiendo mis últimas palabras cuando aparece un WhatsApp por mi pantalla. Leo atentamente cada palabra y mis lágrimas bajan, desordenadas, mientras mi cuerpo se divide en dos: una parte está compuesta de rabia y otra de dolor. Sabía que no era buena idea volver a vernos, sin embargo, la echaba muchísimo de menos, lo necesitaba, pero después de ese mensaje parece ser que todo no es como antes... O sí.