En el pasillo del primer piso nos reunimos con el resto de los Weasley, y solamente nos animamos a volver al comedor porque vamos mezclados entre la multitud de pelirrojos. Tom nos avisa que han llegado a buscarnos desde el Ministerio, y los cuatro nos pegamos un susto hasta que entendemos que son los coches los que han venido. No nos han denunciado por disturbios. Nos estén por arrestar o no, es decepcionante ver que trata de un solo auto negro en lugar de muchos coches.
Fred y George están saludando a los muggles con aire de famosos, y la señora Weasley los apremia a subir para que dejen de llamar la atención. Ellos se sientan en la última fila mientras el conductor, Tom y el señor Weasley cargan el equipaje atrás. Esto lo tienen que hacer manualmente para no llamar la atención de la gente, porque de otro modo todo se arreglaría con un movimiento de varita. Hay veces que realmente parecemos inútiles por ocultar la magia de esta manera y vivir como los muggles.
En los otros asientos nos acomodamos Hermione, Ginny, Crookshanks y yo, y adelante se sientan Ron, Harry y Percy. Ron no parece muy contento de estar otra vez al lado del gran sabelotodo, pero lo más sano para todos es que Ron y Hermione y sus respectivas mascotas estén separados. Al lado del conductor viajan los señores Weasley, que deben oír la incesante charla de Percy acerca de las nuevas regulaciones impuestas por el Ministerio con respecto a el uso de polvo de garras de dragón en pociones escolares y académicas.
—Creo que se me derrite el cerebro —rezongo—. ¿Jamás parará de hablar?
Hermione mira hacia otro lado y abraza a Crookshanks.
—No es lo mismo en tu caso —le digo—, cuando tú hablas, casi siempre dices algo útil. Pero lo único que hacer Percy es alardear sobre todas las porquerías que sabe.
Eso parece aliviarla un poco.
—Pssst —llaman desde atrás. Cuando volteo, Fred y George se llevan un dedo a los labios y me pasan otra de las famosas bolsas de pedos—.Ya sabes qué hacer.
Asiento y sonrío más de lo que debería.
—¡King's Cross! —dice Ginny con la nariz pegada a la ventanilla. Cuando el auto para, Percy se levanta de su asiento y se acerca a la ventanilla para ver mejor. Es ahora o nunca.
El auto se detiene y el conductor baja para ayudarnos a descender.
—Percy, vamos, no tenemos todo el día —dice George—. Estás bloqueando el paso.
Luego de hacerme una señal de complicidad, los gemelos se levantan y van a sacar a Percy de la puerta, se sienta. Creo que no hace falta decir qué cosa ruidosa pasa luego que nos causa tanta risa. Percy está rojo, otra vez, y con los brazos cruzados.
—Ja. Ja. Ja —dice con furia—. ¿Siempre harán el mismo chiste tonto?
Fred se encoge de hombros.
—No, tenemos otros chistes tontos para hacer —dice George—, pero hay tiempo de sobra para usarlos en ti.
—Además, siempre caes —agrega Fred.
Ginny suelta unas risitas y bajamos todos del auto antes de que Percy nos arroje la bolsa de pedos. Los gemelos deberán conseguir otra para usar en Hogwarts. La señora Weasley debe seguir preocupada por la conversación que tuvo anoche con su esposo, porque solamente le da unas palmadas en el hombro a su hijo y le dice que se apresure.
Entramos todos en grupo a la estación, acompañados incluso por el conductor del auto, y la señora Weasley anuncia que pasará primero con Ginny. Ella se pone roja y trata de librarse de los brazos de su madre, pero al final atraviesan la barrera y desaparecen. George empuja un carrito con varios baúles y es el siguiente en atravesar la pared. Fred lo imita con otro carro.
—¿Listo, Crookshanks? —Hermione se aferra a su gato, yo le doy la mano y juntas pasamos. Del otro lado está la plataforma 9 3/4, donde el expreso de Hogwarts, de brillante color escarlata, nos espera. El vapor de su chimenea nubla las caras, pero no me cuesta nada reconocer a Neville y a su sapo.
—¡Hermione, Leyla! ¿Cómo están?
—¿Cómo estás tú, Neville?
—Bien. Mi abu estaba aquí y amenazaba con tirarme de las orejas —dice con el rostro colorado, tocando inconscientemente su oreja izquierda—, pero creo que la he perdido por un rato. Sé que ella solo quiere lo mejor para mí, pero a veces no sé dónde esconderme para que deje de hacerme pasar papelones.
—Simplemente quédate siempre a mi lado y nadie notará tus papelones al lado de los míos. —Le doy un codazo amistoso—. Mira, te vimos en el Callejón Diagon, pero no pudimos saludarte.
—Yo también las vi, pero ya saben, estaba ella...
Harry y Ron son los siguientes en aparecer por la barrera, y por último el señor Weasley y Percy. El chófer ya ha vuelto al coche, al parecer.
—Leyla, cariño —dice la señora Weasley, que ha aparecido de la nada. Aunque no la culpo por sorprenderme, hay demasiado vapor en el aire—, y tú también Hermione. Tengan un buen año. No podré saludarlas más tarde.
—Gracias, señora Weasley —dice Hermione.
Ella nos abraza y nos da un ruidoso beso en la mejilla, y me dan ganas de llorar al ver a mi madre en la otra punta de la estación. Tía Cissy también está, debe ser una de las tres nebulosas rubias que están cerca del tren. Ninguna de ellas jamás me tuvo tanto cariño como la señora Weasley, y ella no está obligada a quererme porque somos familia.
—¡Pip, pip, piiiiip!
Fred y George llegan con los carritos y cada uno toma su baúl para subirlo al tren. Ginny nos saluda a lo lejos y señala a un par de amigas. Harry, Hermione, Ron y yo buscamos un compartimiento vacío, pero estamos tarde para eso y la señora de los dulces nos indica que hay uno disponible atrás de todo, donde los vagones son más oscuros y tienen espacio para carga. En la lista de las peores ubicaciones del tren, este vagón está en segundo puesto, solamente superado por los asiento junto al baño de hombres, donde las bolsas de pedos no son necesarias.
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¡Segunda actualización del día! Soy muy generosa, jajaja. Espero que les haya gustado, yo estoy contenta con la historia hasta ahora.
No olviden dejar sus comentarios y votos, y cuéntenme si alguno de sus amigos también lee la historia y hablan sobre Leyla y George en sus ratos libres, jajaja. Eso sería hermoso.
Hasta el viernes :)
BMW.
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Leyla y el prisionero de Azkaban | (LEH #3)
Hayran KurguGanadora de los WATTYS 2017 // Destacada en Wattpad [Serie "Leyla en Hogwarts": Libro 3] - Libros 1 y 2 en mi perfil. No es suficiente tener un tío loco y arrestado por asesinato. No, la suerte de Leyla no se conforma con eso. Lo que necesita Ley...