Desperté un poco adolorida de la cabeza, recorrí con la mirada mi habitación. Todo estaba en orden, no habían rastros de mi odioso hermano. Cuando me levanté para tomar una ducha escuché claramente la voz de nuestra vecina, la señora Worgood.
- ¡Ashley! Recoge tu desastre ahora mismo.- al parecer, la pobre chica de 16 años, tenía a la típica peor madre de todas.
Siempre estaba gritándole a su hija, la única persona que vivía con ella y era capaz de soportarla.
El sonido me hizo sentir ese dolor punzante en mi frente, que me provocaba una fuerte migraña.Cuando estuve desnuda entré al agua caliente para que está se deslizará por mi piel llevándose el sudor de mi cuerpo.
Esa misma noche había tenido la misma pesadilla de hace un par de semanas.
Salí solo con mi ropa interior buscando algo en el closet para ir a clases. Era un típico día para mi, a pesar de que para otros no era nada normal ya que estaba lloviendo como nunca.
Me vi en el espejo una vez que terminé, mis vaqueros y una camisa color gris, combinando con mis botas color negras, me hacían lucir normal.
Si mi madre estuviera probablemente me hubiera hecho lucir completamente de rosa, ese era su color favorito.
Recuerdo que un día antes del accidente había comprado unos lindos vestidos de ese color que usaría en su nuevo trabajo.
-¡Jous!- me gritó mi hermano mientras tocaba con fuerza la puerta de nuestra habitación.
-¿Si?- dije abriendo bruscamente la puerta.
-El desayuno lleva listo desde hace veinte minutos.- se quejó molesto. Al parecer llevaba un delantal de cuadros rojos y parecía apurado.
-Ya voy.- dije ignorando su enojo y yendo a mi cama para acomodar mis libros regados.
-Esa camisa que llevas es demasiado ajustada, ponte una de las mías.- se quejó arrojándome una de su cajón.
-No empieces. - me quejé.
-Yo soy quien te lleva a la universidad, niña malcriada.- aseguró mirándome con sus cejas casi unidas ante la mueca.
Lo miré de igual manera por lo que fueron sólo unos minutos. Parecía cada vez más molesto, avanzó hasta quedar frente a mi y miró mi camisa ajustada.
Tal vez si estaba demasiado ajustada y la parte de arriba dejaba ver un poco mi pecho, pero estaba exagerando. Siempre lo hacía.
Era como un novio celoso.
Con sus ojos aun mirando los míos tomó mis manos y me dio de nuevo su camisa.
-No me hagas ponértela yo.- dijo seriamente.
-Ya te dije que no iré con esa apestosa camisa tuya.- le dije de una forma tan fría que hasta a mi me sorprendió. - y hazle como quieras.
-Levanta ambas manos.- ordenó.
Entonces supe que había pedido aquella discusión y que debía obedecerlo. Porque, si no, todo seria peor y creanme que no se vería bonito.
Resoplé poniendo los ojos en blanco y haciendo lo que me pedía. Porque si no lo hacía, era capaz de enojarse y jamás debes ver a Ray enojado.
Al mirarme aún con su mirada seria, colocó ambas manos en mi cintura y yo me dejé cambiar por él.
No se inmutó y jaló de mi camisa hasta arriba y terminé solo con mi sujetador. Sin esperar colocó la camisa sobre mi, deslizandola tan rápido que no le dio tiempo de observar mi mirada fastidiada.
ESTÁS LEYENDO
The Past
Science FictionUn misterio. Un terrible misterio esta por ser descubierto Una chica, una vida olvidada y grandes preguntas que buscan respuestas. Esta chica un dia comienza a recordar cosas que ha olvidado, se entera de cosas que cambiarán su vida. Que fue escond...