Capítulo 7

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-¡Cuándo tú quieras, Hoseok!-dije animada

Tenía muchas ganas de ver de lo que era capaz.

-Vale, Haneul... te explicaré cómo funciona mi habilidad. Quiero que pienses que estamos en un partido, así que empezaremos a correr y, cuando tú veas el momento más oportuno, me pasarás la pelota, ¿vale?

-Ah, vale.

Empezamos a correr y, cuando estábamos a una buena distancia de la canasta, le pasé el balón a Hoseok. Tan rápido como el balón cayó en sus manos, se coló por el aro. Fue instantáneo. Una cosa automática. Hoseok, tan rápido como cogía el balón, lo tiraba desde cualquier distancia del campo, acertando punto.

-Ho-Hoseok...

-¿Y bien? ¿Te gusta mi habilidad?-dijo sonriendo

-¡Es impresionante! Pero yo soy incapaz de tirar desde cualquier distancia, eso es prácticamente imposible para una persona normal.

Él se me acercó y me cogió de los hombros, mirándome fijamente:

-Haneul, tú no eres una persona normal. Eres un prodigio, como nosotros. Con un poco de práctica, conseguirás hacerlo. Confía en mí.

-Está bien.

Solté un gran suspiro, y mi concentración nunca había sido tan buena. Hoseok y yo íbamos moviéndonos por todo el campo, pasándonos el balón constantemente y tirándolo a canasta desde cualquier ángulo. Lo mejor de todo es que siempre acertábamos punto, los dos. Sí, había conseguido acertar todos mis tiros desde cualquier lugar. Estaba muy feliz, esto en verdad nos iba ser de mucha utilidad en el campeonato. Por no decir que es impresionante.

-¡Buen trabajo, Haneul!-me felicitó un sudado Hoseok chocándome la mano

-¡Gracias, Hoseok! Igualmente. Has hecho un gran trabajo conmigo.-le dije sonriendo

-No, yo sólo he hecho lo que sé, tu eres la que lo ha conseguido.-me devolvió la sonrisa

-¡Bien chicos! ¡Estoy muy orgullosa de vosotros, sobretodo de ti, Haneul! ¡Por hoy ya está bien de entrenar!-gritó Dae

Nos fuimos a cambiar al vestuario, y luego todos nos reunimos en el centro de la cancha.

-Bien Haneul, es increíble lo que has conseguido hoy. ¡Has dominado dos habilidades de prodigios! Tienes que sentirte muy orgullosa y satisfecha contigo misma. Lo vales, Haneul. No lo dudes nunca.

-Muchas gracias, es todo gracias a vosotros.-dije haciéndoles una reverencia

Todos nos abrazamos en un emotivo abrazo, y continuámos con risas. Luego decidimos ir a cenar todos juntos, para celebrarlo.

Llegamos a un restaurante cercano, pedimos mesa y nos sentamos. Yo me senté entre Yoongi y Hoseok, mis entrenadores personales de hoy, y enfrente tenía a Dae, mi mejor amiga. Pedimos la comida y nos la trajeron sin mucho retraso. Mientras comíamos ibamos repasando tácticas para el campeonato, y algunos que otros chistes también ocupaban la conversación.

-¿Quieres un poco, Haneul?-me ofreció Yoongi

-Oh, pues... si no te importa...-dije cogiéndo el trozo de carne de su tenedor

Yoongi se puso muy rojo, y todos en la mesa se me quedaron mirando. Había comido el trozo de carne directamente del tenedor de Yoongi. Ni siquiera me había fijado en ese pequeño GRAN detalle. La fastidié.

Mis mejillas en seguida se calentaron, y me disculpé un poco nerviosa.

-L-Lo siento... No me había dado cuenta...-intenté explicarme

-No, da igual. No me importa.-dijo con la mirada en el plato

-Ai, vosotros dos, ¿cuándo saldréis juntos?-soltó Dae

-¡Dae!-la regañé

Yoongi mantuvo silencio.

-Tiene razón-aportó V- acabaréis estando juntos.-sonrió

-¿Todos pensáis eso?-preguntó Yoongi

El resto asintieron.

-V-Voy al baño.-estaba tan nerviosa que mi estómago empezó a jugarme una mala pasada.

-Te acompaño.-se ofreció Dae

No tenía tiempo de negarme.

En fin, mis nervios atacaron a mi estómago, y creo que no hace falta contar lo que salió de ese baño. No fue muy bonito. Una vez me encontré mejor, Dae y yo mantuvimos una conversación.

-Haneul... Sabes que puedes confiar en mí... ¿Te gusta Yoongi?

Mi cara me delató. Era mi mejor amiga, acabaría enterándose tarde o temprano.

-Yo...-suspiré- Sí. Sí, Dae, me gusta Yoongi...

Soltó un gritito mientras saltaba y me abrazó.

-¡Lo sabía! ¿Por qué no me lo dijiste?-dijo fingiéndo cara de enfado

-Porque, ni yo misma me diera cuenta... Pero, poco a poco me empezó a gustar más y...

Volvió a soltar otro gritito.

-¡Estoy tan feliz por ti! Yoongi es una gran persona, créeme, como todos ellos, pero es el más gruñón de todos.-se rió- Por eso se enfada cuando le preguntamos sobre ti o le lanzamos indirectas sobre vuestra relación de "amistad".

-¡Ah, Dae! ¡Qué contenta estoy de tenerte!-dije abrazándola- Que pueda confiar en ti para contarte estas cosas, me hace sentir cuán amigas somos.

-Nunca lo dudes.-dijo sonriéndome- Y bien, ¿qué tal te va con Yoongi?

-No sé... Somos amigos, eso es todo.

-Pero aquí estoy yo para transformar esa amistad en algo más.-dijo guiñándome un ojo

Yo me reí.

Salimos del baño, para reunirnos con el resto.

-¿Estás bien, Haneul?-se apresuró a decir Yoongi

-Sí, sí. Ahora ya me encuentro bien.

Dae me lanzó una mirada, pero yo la ignoré sin darle mucha importancia. Continuamos comiendo el postre, pagamos y salimos de nuevo a la calle.

-¡Qué frío!-se quejó Jin

-Brrrr... Sí...-concordó Namjoon

-¡Vamos a un sitio calentito!-propuso Jimin

-¡Oh! ¿Queréis venir todos a mi casa? ¡Como una fiesta de pijamas!-dijo entusiasmada Dae

Todos asintieron, pero yo temía que mis padres no me dejarían ir.

-Dae, a mi me gustaría ir, pero no creo que mis padres me dejen.-dije apenada

-Oh... Diles que es para un trabajo del instituto.

-¡No voy a mentir a mis padres, Dae!

En ese momento Yoongi y yo intercambiamos miradas. Él me sonrió, y yo fruncí el ceño un tanto sonrojada.

-Un momento, voy a preguntárselo.

Llamé a mi madre, y después de mucho insistir y prometer hacer mi cama y esas cosas, aceptó dejarme pasar la noche en casa de Dae.

-¡Bien!-exclamó mi mejor amiga- ¡Vamos chicos!

Y así nos encaminamos, bajo el frío del invierno y las calles nevadas, hacia la casa de Dae.

Prodigies. ➳Min Yoongi.Where stories live. Discover now