Capítulo 13

109 4 0
                                    

La noche cayó y yo me levanto, sacudo el pantalón y camino hacia la salida del bosque. Ya todos deben estar durmiendo, o al menos en la fogata.

Al salir el silencio reinaba en el campamento, al parecer todos habían caído en los brazos de Morfeo. Por lo que debo deducir que me perdí la cena. Genial.

Llego  dónde están las cabañas, y entro directamente a la de Zeus. Todo estaba oscuro, sólo la luz de la luna que ingresaba por la ventana me permitía tener un mejor campo de visión. Cierro la puerta, y al hacerlo algo se remueve en el sofá de dos cuerpos. Me acerco, y veo a un Jason acurrucado abrazandoce a sí mismo.
Al parecer se quedó dormido esperando a mi llegada o le pareció más cómodo el sofá que su cama.

Sacudo su hombro levemente y le susurro:

-Vamos Jason, a la cama.

-No quiero mamá. -Susurra dándose vuelta. -No quiero ir a clases.

-Jason, no soy tu mamá. -Me levanto y cruzo de brazos. -A sí que, levanta tu perezoso trasero del sofá y ve a acostarte a tú cama.

No hubo respuesta. Me acerco a su oído, tomó aire y grito:

-¡DESPIERTA SACO DE PAPAS!

Él se levanta de un sobresalto y yo me aparto para no resultar herida.

-¡Yo no... Cuando... Superman es real... Los unicornios... Mami! -Me mira y se abalanzó, literalmente a abrazarme. - ¡Danielle! - Yo lo aparto. - ¿Dónde has estado? Me tenias preocupado. ¿Nada ta pasó? -Me toma de los hombros y me mira directamente a los ojos.

-Nada. - Contesto y lo aparto.

-Aún estás molesta. -Afirma.

-¿Molesta por...?

Me interrumpe.

-Por como te tratamos, enserio perdón, no queríamos lastimarte, sólo... Es que pasamos mucho y no queremos volver a repetirlo. -Baja la cabeza.

Algo dentro de mi se remueve y mi corazón se estruja. Jamás me gustó ver a alguien así, nunca lo soporté.

Sin decir nada lo abrazo y él, algo impactado, responde.

-No sé lo que pasaron, pero así es la vida se pierde y se gana. A veces se van personas, y otras veces llegan para quedarse. - Me aprieta con más fuerza contra su pecho, pero sin lastimarme.

Nos separamos y veo como lágrimas habían escapado de sus ojos. Las saco con el pulgar, y cuando estoy a punto de apartar mi mano el la sujeta y la mantiene en su mejilla. De apoco comienza a acercarse y mi corazón late con más  fuerza. Mi vista, al igual que la suya, viaja desde sus ojos a sus labios, me relamo los míos y cuando nos faltan unos centímetros para juntar nuestros labios, cierro los ojos por inercia. Pasa unos segundos y siento una presión en mis labios. Al principio no sabía que hacer y sólo me dedique a seguirlo, pero de apoco fui moviéndolos con más avidez.
Se sentía bien, era como estar en casa, me sentía en mi hogar.

Nos separamos y ninguno de los dos podía ver a la cara del otro. Me sentía rara, ¡Acababa de besar a mi hermano! Bueno... Hermanastro.

Lo separo de mí, y me voy a mi cuarto con mi mano en la boca, entro y cierro la puerta apoyándome en ella, toco mi frente y comienzo a reprenderme a mi misma, esto no debía pasar, esto no tuvo que haber pasado.

Tomo el diario y comienzo a escribir nuevamente, y al terminar ne acuesto para caer en los brazos de Morfeo.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Me encuentro cojeando, me siento cansada, el único ruido que había era el de mis pies pisando las secas hojas del suelo.

Al ver una cueva suelto un suspiro y sonrío de manera agotada, había llegado. Aceleró mi paso y cuando doy un paso dentro todo se vuelve oscuro.

Confesiones de una mestiza [Percy Jackson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora