La Doncella y El Rey

Capitulo 6 - "Los cuatro amigos y la Princesa"

El campamento entero tenia nuevas órdenes, las mujeres comenzaron a recoger el campamento, las dríades presentes también les ayudaron, mientras que los enanos herreros se dedicaron casi toda la noche a afilar las espadas incluso las de los narnianos, terminaron de elaborar las puntas de lanza en las que había estado trabajando los días anteriores y pusieron a disposición de todos los hombres que iban ir a la guerra las armaduras nuevas.

Los enanos llevaron hasta donde Emily la armadura que habían confeccionado especialmente para la niña, habían elaborado un vestido de pequeños aros de bronce y oro y luego habían agregado un pectoral liviano pero impenetrable a la hoja de una espada, habían puesto énfasis en que todo el conjunto tuviera un peso con que Emily pudiera moverse fácilmente.

Las armaduras de Edmund y Peter pesaban mucho mas, estos se las habían vuelto a poner por la mañana, repasaron ambos planes y aunque habrían preferido no pensar en ello Peter le dio muchos consejos militares a Emily y Edmund por si la situación llegara complicarse, y les repitió las instrucciones. A su vez Emily lo hizo con las mujeres y los niños pequeños, les dijo que siguieran al Rey Peter hasta Narnia donde estarían a salvo, Emily también dejo al cuidado del mismísimo Sumo Monarca a quien descubrieron era su pequeña hermana Catherin la niña que había estado jugando en la orilla del rió junto con Lily, Peter le dio su palabra de que la protegería.

-Que el aliento del León los proteja- se despidió Peter sobre su caballo, viendo partir a su hermano y a Emily junto con sus hombres en dirección a Anvard al medio día, a su vez Peter golpeo suavemente los costados del caballo para indicarle que iniciara al trote rumbo a Cair Paravel y tras de él lo siguió su guardia real y los archenlandeses que se refugiarían en Narnia, sobre las cabezas de todos ellos volaba Siu quien serviría de mensajero entre Peter y Edmund.

Edmund y Emily iban al principio de la comitiva, montando sobre sus caballos, sobre un terreno llano y verde en dirección a las colinas que debían alcanzar antes de que oscureciera, tras de ellos iban Sinuhé el muchacho regordete y robusto, Lily y Jack que decía sentirse mucho mejor ahora que la herida le cicatrizaba gracias a uno de los tónicos que Lily le había hecho beber. Y tras ellos los seguían al menos cien jóvenes soldados con los rostros sombríos por irse a encontrar con la guerra tan tempranamente en sus vidas pero con el ímpetu de salvar su nación.

Con el tiempo justo llegaron a las colinas donde aguardarían hasta entrada la noche para atacar a Grossindell, comieron y saciaron su sed mientras las nubes grises de la noche hacían su aparición y el sol naranja se escondía en la lejanía. Estaban justo de espaldas a Anvard si uno se asomaba tras la colina podía ver el castillo lleno de torreones, y desde el castillo también los vigías abrían podido verlos, por eso mismo nadie se atrevió a mirar y permanecieron en sus posiciones hablando un poco para aligerar la tensión de lo que les deparaba para la noche.

-¿Y cómo es que conociste a Emily? - Pregunto Edmund que estaba recargado contra un árbol, dirigiéndose a Jack que a diferencia de todos los presentes no llevaba puesta ninguna armadura y tampoco armas, y por lo tanto el niño permanecía recostado sobre la hierba.

-Pues digamos que ella me encontró- respondió Jack incorporándose para poder hablar con el rey de Narnia de frente- yo estaba muy asustado porque acababa de escapar.

-¿También huías de Anvard?- pregunto Edmund poniendo mucho interés en la historia del niño, que prometía ser interesante pues al final de cuentas era un dragón.

-No- respondió Jack mirando al cielo pensativo- yo vengo de las montañas, de lo más alto de todas ellas, pensé que Emily se lo había contado majestad.

-Puedes llamarme Edmund apenas si soy más grande que tu- respondió Edmund de tono muy amable- Emily solo menciono que una bruja fue la que te puso la maldición por la que te conviertes en dragón.