- ¿Qué quieres? – pregunto José en cuanto entre a mi habitación.
- ¡JOSÉ! – me ¿emocione?
Lo abrace y él hizo una mueca de asco, se separó de mí.
- ¿Qué necesitas? – se notaba algo molesto.
- Estoy feliz de verte... - dije algo tímida – te extrañe.
- Yo no estoy feliz de verte, ni te extrañe, ¿qué necesitas? –
- ¿Qué te pasa, Jos? – pregunte, ¿qué diablos le pasaba?
- No me digas Jos, soy José, entiende – sus ojos estaban más oscuros.
Se sentó en la esquina, como era su costumbre.
- Me hicieron subir nuevamente, ya estaba acostumbrándome, pero no, se te ocurre pensar en mí – dijo.
- No entiendo –
- No quiero que entiendas, quiero que me olvides – subió su tono de voz. – Odio esto, te odio a ti.
- ¿Me odias? – Creo que empeore la situación.
Se puso de pie y se acercóa mí.
- Si, te odio, por tu culpa estoy aquí, ¿qué no te das cuenta? – me tomo por la cintura – tal vez esta vez si te mate – susurro en mi oído.
- Jos, ¿qué hice? – dije aterrada.
- Nacer – dicho esto abrió nuevamente las heridas que tenía en el abdomen.
Caí al suelo mientras me desangraba, Jos miraba la escena con una sonrisa, ¿qué le pasaba a este chico?
Se acerco a mí, acaricio mi mejilla.
- Diane, eres tan... - hizo una pausa – odiosa – río.
Fue lo último que escuche.
Narra Jos:
~8 años antes~
- No hay porque temer, ¿has olvidado cuando jugábamos? – fue lo último que dije antes de salir de la habitación de Diane.
Volví al inframundo, Alonso se encontraba ahí.
- Hola, ¿de dónde vienes? – siempre había sido muy metiche.
- Fui a visitar a Diane – dije sonriente.
- Sabes que esa niña te teme, no entiendo porque te mandaron a ti, yo habría sido un mejor ángel – dijo el pelirrojo.
- Ese es el problema – reí – te sientes un ángel, cuando no eres más que un demonio.
- Da igual, nuestra misión es proteger, al igual que los ángeles, ¿cuál es la diferencia? – Alonso era un poco tonto.
- Ellos tienen alas, nosotros no, ellos vienen del cielo y nosotros del infierno –
- Jos, podemos ser ángeles, piénsalo... - otra vez con eso – podemos ir a hablar con el arriba, pedirle una oportunidad.
- No, Alonso, no seremos ángeles, somos demonios, estamos condenados. – comenzaba a irritarme.
Me fui a lo que era mi 'habitación' mientras no estaba en la tierra.
No quería seguir escuchando a Alonso, me gustaba ser demonio, es decir, no tienes por qué fingir ser bueno.
~8 años después~
Cinco años de que Alonso logro convertirse en ángel, mientras tanto yo seguía en el maldito infierno.
Hoy iría a darle una pequeña visita a Diane, hace tres años que no la veo, a decir verdad, ya la extrañaba, recuerdo cuando tenía tan solo nueve años, moría de miedo cuando la cuidaba desde la esquina de su habitación.
Subí a la tierra y busque la cafetería donde actualmente trabajaba mi misión.
Entre al lugar, busque la mesa ocho, y estaba desocupada.
El número 8 era mi favorito, ya que un día ocho nació Diane.
Diane se acercó.- Buenos días, bienvenido a 'Coffe&Tea', mi nombre es Diane, ¿qué desea ordenar? – seguí leyendo el menú.
- Oh, Diane, lindo nombre – aun no levante la mirada.
- ¿Qué desea ordenar? – ignoro mis palabras y volvió a preguntar.
- Es bueno escuchar tu voz luego de tres largos años sin visitarte, ¿no crees? – dije y estaba vez si la mire, ya no era la niña que 'cuidaba'.
- Señor, no sé de qué me habla, ¿qué desea ordenar? - ¿enserio no me recordaba?
- Solo tengo 25 años – reí- aun soy joven, ¿no crees? –
- ¿Vas a ordenar o no? – se notaba en su voz que no sería más paciente.
- Claro, un muffin de chocolate y un mokaccino grande – dije.
- Enseguida – me sonrió muy falsamente.
Luego de un rato me entrego mi pedido, comí y me retire de ahí.
Esta noche iría a visitarla.
Y le dejare un bonito recuerdo.
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Hola, chicas, aquí un capitulo más.
Actualizaré más seguido.
+5 votos y +3 comentarios, sigo.
All the love M.
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¿Ángel o Demonio? |Jos Canela|
Fanfiction- Mamá - la pequeña Diane se encontraba parada en el marco de la puerta de la habitación de sus padres por tercera vez en la noche. - ¿Qué pasa, Diane? - pregunto su madre. - Otra vez, es él de nuevo - respondió Diane. - ¿Quién? - era la segunda noc...