Mi mamá se levantó del asiento y nos abrazó. –Tranquilos, tengo un buen presentimiento de esto.- Susurró en nuestro oído.
La verdad, que te den este tipo de noticias, y te las suelten como bombas, no es precisamente de lo más divertido. Mis papás siempre han sido directos, no dan vueltas. Por ende, yo también soy así. No sé si ser tan directa es una virtud o un defecto. En fin, me dirigí escaleras arriba para llamar a mi mejor amiga, Valeria. Llamé, 1, 2. Iba por el tercer tono, cuando contestó.
-Aló? – Dijo la inconfundible voz de Vale.
-Hey! – Dije graciosamente – ¿Qué hay Cappiore? – Sí, su apellido es italiano, así como el mío.
-Nada, Lombardo. ¿A qué se debe tu hermosa llamada esta tarde de junio? – Dijo mientras reía.
-Ya, ya, enserio. Tengo que contarte algo. ¿Puedes venir?
-Claro, flaca. Déjame avisarle a mi mamá. - dijo estaba apunto de colgar, cuando notó mi tono de voz. – ¿___ qué pasa?
-Ven y te cuento, apúrateee! – Dije haciendo sonidos raros por el teléfono.
-Ya, enserio. ¿Estás embarazada? – Dijo mi loca amiga fingiendo sorpresa. – Te dije que te protegieras, ____! – dijo y dio rienda suelta a una carcajada.
-¡Que mas quisieras tú! – Reí. – Ven y te cuento. – Volví a decir. – Apúrate, Cappiore.
-Ya voy para allá, ____. Adiós. – Dijo y ni siquiera alcancé a despedirme, pues ya había colgado.
Suspiré. Venía la parte más difícil. Bajé las escaleras a la velocidad de la luz, para avisarle a mi mamá que Vale venía. Ella vivía cuatro casas más arriba, lo que no era problema que viniera. Le avisé a mi mamá, que de inmediato asintió, y subí las escaleras a sacar toda la ropa de los cajones. Uf, lo que me esperaba era pesado. Luego de diez minutos de estar sacando ropa y doblándola en la cama, sonó el timbre. Me dirigí abajo, y abrí la puerta. Allí estaba mi inconfundible amiga con sus típicas convers y shorts. La saludé y subimos rápido a mi cuarto.
-Okay, ya dime que pasa. Y por tu cara puedo ver, que no es algo precisamente bueno. – Dijo mientras se sentaba en la cama y se quitaba los zapatos.
Respiré profundo y me senté al lado de ella.
-Bueno, voy a ir al grano. – Asintió. – A mi papá lo transfirieron… - Vi su cara de desconcierto y seguí. – A New York.
En ese momento sentí cómo mis ojos se aguaban, si bien esto no era fácil, se que la educación en Estados Unidos es mejor que aquí en _____ y me va a servir a la hora de escoger universidad. Teniendo buenas referencias, al menos tenía algo bueno asegurado. Y entonces, me volteé a ver la cara de mi mejor amiga, que también se estaba poniendo roja, a causa de las lágrimas.
-No llores. – Dije sabiendo que no iba a servir de nada. A este punto mi cara estaba inundada en lágrimas.
-¿Cómo me pides que no llore? – Dijo con un hilo de voz. En ese momento la abracé y ambas nos pusimos a llorar.
Así pasamos horas hablando, mientras yo hacía mis maletas. Le aclaré todas sus dudas, y cuando le dije que me iba en seís días casi se muere.
-¿Recuerdas cuando hicimos guerra de lodos? – Dijo y juro que en ese momento sentí llenarse mis ojos de lágrimas otra vez. Ya habíamos pasado tres horas hablando de esto y nuestros recuerdos. Habíamos hablado con la mamá de Vale y nos dio permiso para que se quedara a dormir.
-Sí y pasamos dos horas bajo la ducha tratando de quitar el olor. – Comencé a reír como loca maniática, seguida de la risa de ella.
Mi mamá entró al cuarto a avisarnos que la cena estaba lista, y bajamos las escaleras. Miramos la comida como si no hubiésemos comido en años. La verdad, con todo este rollo, se me había olvidado comer. Suena *beep*, lo sé.
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Espero que les guste el cap y la nove es adaptada asdjfk.