Inocencia interrumpida. -Jaden Smith.-

-Señorita Boo, levantese, son la 6:55.-abrí lentamente los ojos para ver a Caitlin sonriente preparándome la mochila. 

Me estiré y salí de la cama bostezando. Entré en mi cuarto de baño, me quité la ropa y me metí a la ducha. Al salir me vestí con unos shorts vaqueros y una camiseta de rugby que me dio mi hermano hace un año. Decidí dejarme suelta la larga melena castaña. Me puse mis converse blancas y bajé a la cocina donde estaban mis padres y Caitlin, la señora de la limpieza.

-Buenos días.-me senté y comencé a comerme la tostada.

-Hija, date prisa o llegarás tarde. Ya sabes que tu madre y yo estamos gastando mucho dinero en ese colegio para que ahora vengas tú y lo eches todo a perder el primer día.

-Papá...

-Charlotte-me interrumpió- vas a uno de los colegios privados más caros y privilegiados. Todo lo que quieres, te lo compramos. Lo tienes todo. Es que no entiendo por qué estás así con nosotros últimamente. No te falta de nada, Charlotte.

Di el último bocado a mi tostada, cogí mi mochila y fui hacia la puerta.

-¿Sabes lo que me falta, papá? Una familia de verdad. Eso es lo que me falta.

Salí de casa antes de que me contestara con alguna tontería como "nuestra familia es de verdad" y vi a Hannah de pie jugando con las puntas de su pelo rubio. Le di un beso en la mejilla y nos encaminamos hacia el instituto.

-¿Sabes? Dicen que hay un chico nuevo en el instituto.

-Sí, me lo dijo Barbara ayer.

-Se llama Jaden, y dicen que es muy guapo...-dijo guiñándome el ojo

Llegamos al instituto y entramos al edificio. Vivíamos en casas contínuas, separadas por nuestros jardines y el instituto estaba a dos manzanas.

-¿Dónde han puesto la maldita lista de clases?-preguntó Hannah muy fuerte para que se lo dijera alguien sin tener que preguntar ella. 

Dicho y hecho. Un niño de 1° vino y nos señaló el corcho que había junto a secretaría. Le di las gracias, le sonreí y miramos en las listas de 4°. 

-¡Síiiiiiiiiiiii! ¡Vamos juntas! ¡Clase 4°C!-me gritó Hannah con voz de pito. 

Nos abrazamos dando saltitos y cuando paramos, seguí mirando nuestra lista: Jaden Smith, Charlotte Boo, Chloe Jones, Jonny Clearwater, Hannah Stonem, Emily Sanders, Barbara Stewart, Daniel Noods... me quedé parada. 

-Hannah, Dan va a nuestra clase. 

-¿En serio? Pues como siga igual de pesado que el año pasado... 

-Si es igual, te lo dejo todo para ti. 

Hannah hizo una mueca irónica y subimos a nuestra clase. Al entrar y sentarnos en nuestros sitios, las chicas vinieron a saludarnos. 

-¿Qué tal el verano, Charlie?-me preguntó Chloe. 

-Genial. He estado en mi apartamento de la playa yo sola los dos meses.-mentira.

Hace tres años que no voy a mi apartamento de la playa. 

-Pues yo he ido a San Diego.-dijo Hannah. 

Otra mentira. Mentiras, mentiras, y más mentiras. Yo sabía que Hannah no fue a San Diego, que Chloe no estuvo con su novio todo el verano en Paris, que Emily no visitó a sus abuelos, que Barbara no alquiló una casa en Miami y que Alisson no estuvo castigada un mes por llegar borracha a su casa. Hannah estuvo en el pueblo de su tío porque se estaba muriendo de cáncer. Chloe estuvo peleada con su novio todo el verano. Los abuelos de Emily están peleados con toda su familia menos con ella, pero sus padres no la dejarían ir a visitarles. Barbara estuvo todo el verano en Italia. Alisson estuvo un mes en un internado de España por haber suspendido 5. Mentíamos, siempre mentíamos. Lo hacíamos para aparentar ser alguien que queríamos ser. Para ser más popular. Para disipar rumores. O para crearlos. Quién sabe, cada persona era un mundo completamente diferente.