Capítulo 1: El viaje

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Odiaba tener que hacer esto. Tomé asiento y me puse mis auriculares.

El trabajo de mis padres era un asco. Al menos para mí. No me gustaba tener que cambiar de casa, escuela y dejar los pocos amigos que recién había hecho, cada seis malditos meses. Me gustaba mucho vivir en Irlanda, era muy alegre, muy característico. Iba a echar de menos a mis amigos, especialmente a uno. 

Niall. 

Fue el primer chico que entabló una conversación conmigo cuando me mudé. Se había convertido en mi mejor amigo, el único que había tenido, y me dolía tener que dejarlo. Sabía que tener vídeo llamadas no iba a ser lo mismo que poder verlo y abrazarlo todos los días. No era justo.

Apoyé mi cabeza en la pequeña ventanilla para ver al avión comenzar a despegar. La sensación ya no era de miedo como la primera vez. Ya me había acostumbrado. Toda mi atención se centraba en el lugar en el que viviría. A mis padres los habían transferido a Inglaterra, ahí nací yo, por lo tanto aún tengo el acento, al igual que mis padres. Esta vez nos transferirían a una ciudad un poco más pequeña que la anterior.

Mis padres solían hacer todo con absoluta anticipación. Así que, cuando llegáramos, yo sólo tendría que ir a mi habitación y dormir. Era mi rutina. 

Mis ojos comenzaron a cerrarse involuntariamente hasta que vi todo negro.

***

- Emma, despierta cariño. 

Abrí mis ojos pero pesaban tanto que volví a cerrarlos de inmediato. 

- ¡Emma! Despierta... -Mi madre sonaba desesperada y cansada así que, decidí despertar de una vez. Igual sabía que no iba a dejarme dormir un minuto más.

- Ya lo hice mamá. -Cuando me senté bien, después de haberme tallado los ojos, comprendí el por qué de su impaciencia.

No había absolutamente nadie en el avión.

Mis audífonos habían caído a mi costado, los guardé en mi bolsillo y me apresuré a bajar detrás de mi madre.

- ¿Es aquí? -Pregunté avanzando al interior del aeropuerto.

- No, querida. -Contestó mi madre.- Esto es Manchester, pero este era el aeropuerto más cercano a Holmes Chapel.

Entramos al aeropuerto y buscamos nuestras maletas. La agencia en la que mi padre trabajaba, había mandado un auto por nosotros al aeropuerto. Según mis padres, el camino no sería tan largo. Me dí cuenta de que mentían al momento en que mi trasero comenzó a doler. 

Después de cuatro horas de viaje, al fin llegamos.

Pude ver el pequeño letrero que decía: " Bienvenido a Holmes Chapel".  La vista era espectacular, era un lugar muy lindo y característico. Pasaron unos minutos más y el auto se detuvo.

Me agradaba el buen gusto de mis padres en cuanto a las nuevas casas a las que nos mudábamos. No era extremadamente grande pero, si lo suficiente para tener una espaciosa habitación.

Bajé del auto para poder estirarme un poco; mi padre ayudó a mi madre a bajar y el chofer nos ayudó a bajar las maletas de la cajuela. Tomé la mía y me adentré a mi nueva casa. El patio era hermoso. La banqueta estaba hecha de ladrillos de color rojo suave. Había distintas flores adornando toda la orilla. Un enorme árbol se hacía presente a unos cuantos metros acompañado por una pequeña banca de madera blanca.

Mi padre se adelantó y abrió la puerta. Definitivamente esta era mi casa favorita, hasta ahora. Corrí escaleras arriba y entré a cada una de las cuatro habitaciones hasta encontrar la mía. Era de un tono verde bastante claro con detalles rosas. Me sorprendía la imaginación que mis padres podían tener cuando de mí se trataba.

Me senté en la cama y encendí mi laptop. Abrí Skype y pude ver que el estaba en línea.

- ¡Hola cielo! -Me saludó contento.

- ¡Hola Niall! -Sonreí. No hacía mucho que no nos veíamos pero, ya lo extrañaba. Mucho.

- Llegaste rápido.

-Un poco antes de lo que anticipaba. 

- ¿Por qué no regresas? -Hizo un adorable puchero que hizo que mi corazón comenzara a estrujarse.

- Nialler, sabes que es lo que más quisiera ahora. -Esto iba a ser difícil.

- Yo te compro el boleto de avión y convenzo a mis padres de que te adopten si me dices que te regresas. -Su sonrisa era hermosa. La mayoría de las personas piensan que una sonrisa hermosa y perfecta es cuando todos tus dientes están perfectamente alineados. Yo no lo pensaba así. La sonrisa de Niall era hermosa y sobre todo perfecta, no importaba que sus dientes no estuvieran alineados, eso lo hacía aún más adorable.

- El problema es el que mis padres quieran darme en adopción. Gracias por la oferta cielo.

Te extrañaré mucho, pequeña.

- Y yo a ti. -Escuché a mi madre llamarme, por lo que tenía que cortar.- Prométeme algo, Niall.

- Lo que quieras. -Respondió.

- Prométeme que no vas a olvidarme, que no me reemplazarás y que seguiremos siendo mejores amigos. -Agaché mi cabeza. De verdad que no quería perder a Niall, mucho menos por la distancia. Era muy especial para mí, era como mi hermano.

Te lo prometo princesa.

Between UsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora