Todo estaba pasando muy rápido. Demasiado rápido.
Un chico corriendo en la calle hizo señas para que el colectivo se pare, esa debió ser la señal para que todo empiece. El hombre que arreglaba la máquina cobradora y el de las pistolas velozmente se enderezaron y apuntaron a todos los pasajeros. Algunos se quedaron sentados sin entender, con una mueca de espanto en la cara (yo), y otros trataron de correr a la parte trasera del bus, pero el hombre con camisa hawaiiana también sacó un arma, gritando incoherencias, haciendo que todos vuelvan a sus lugares. El ambiente había cambiado en cuestión de segundos, lo que antes era tranquilidad ahora era una atmósfera pesada, llena de pánico. Podia sentir el miedo mezclado en mi sangre con cada latido que me resonaba en las sienes. Por un costado pude ver al colectivero, que se ponía más y más pálido con cada palabra que le decía el chico que, en un principio, habia corrido el colectivo. Entonces pude deducir eran cuatro; el de camisa hawaiiana, el joven, el mecánico y el de las pistolas.
-Buen dia a todos los pasajeros ¿cómo les va? Aviso que el día de hoy va a estar nublado con precipitaciones inestables. Cuéntanos Teo, ¿cómo se ve el camino desde adelante? -Dijo con voz grave el chico de las pistolas apoyado en un caño, como si este fuera su día más casual del mundo y no tuviera un arma en la mano que podría matarnos a todos. La capucha negra del buzo le tapaba la mayoria de la cara, pero por lo que se podía ver era bastante ancho y musculoso. Mire a mi al rededor tratando de buscar a alguien que lo supere en contextura, pero no había nadie que le pudiera dar pelea para defendernos. Estaba rodeada de viejitos, turistas y gente que recién se acababa de despertar. Hurra.
El chico de adelante, antes llamado Teo, lo miró y le dió un rápido asentimiento de cabeza antes de seguir hablando con el chofer y tecleando en una computadora enchufada al tablero, como si todo marchara concuerdo al plan. Al mismo tiempo, el tipo de la camisa hawaiiana pintaba con aerosol negro todas las ventanillas.
-De acuerdo. No esperamos que sea el mejor viaje de sus vidas pero estamos seguros de que juntos pasaremos unas horas que nunca van a olvidar. -Prosiguió el muchacho desconocido de la pistola -Voy a decirles las instrucciones, si no quieren que nadie termine herido van a cumplirlas correctamente al pie de la letra. Regla número uno: van a poner sus celulares en la lata que Rachel les va a entregar. Ya que están, también pongan el dinero y las cosas de valor, asi nos ahorramos el Paso número seis. Si encontramos a alguien con un dispositivo electrónico fuera de la lata, este sufrira las consecuencias.
Es obvio que cuando hablan de Rachel ustedes deben pensar en una mujer. Estan equivocados; era todo lo contrario. Un hombre no muy alto, con el pelo negro con canas hasta la altura de los hombros, se había subido las mangas del traje de mecánico hasta los codos, lo que dejaba ver una gran cantidad de pelos. Se parece mas a un orangután que a una "Rachel", eso denlo por seguro.
-Regla número dos: no hagan nada tonto para intentar ser un heróe porque no les va a salir. Tenemos todo cubierto. Avisamos desde ya que la persona que haga cualquier acto sin sentido en contra nuestro sufrirá las consecuencias. -Articulaba cada palabra sin dudar, como si supiera que diga lo que diga las personas le iban a hacer caso. Y es muy probable que, con la ayuda de las armas, eso fuera verdad. -Regla número tres: no hablan, no protestan y no responden a menos que se los pidan. Sino sufrirán las consecuencias. Regla número cuatro: se van a poner los lentes que ahora les va a alcanzar Rachel. Si alguien se los saca bajo nuestras narices...
-Sufrirá las consecuencias. Ya entendimos, no somos estúpidos. -Lo interrumpió un gordinflón colorado. Todos, incluyendo a sus ayudantes, se quedaron petrificados (más de lo que estaban), como si quedarse quieto podria ayudar en algo al pobre joven por lo que le iba a pasar. Al muchacho de las pistolas no pareció gustarle en absoluto que alguien le faltara al respeto. Se aproximó a él en grandes zancadas y se detuvo solo a centímetros de su cara.
-Mira "muchachote", ¿sabes lo que es una pistola Glock 16?
-N-no.
-Es el arma con la que estoy apuntando directamente a tu enorme barriga de niño obeso. Me parece que en realidad si eres estúpido, ya que ni si quiera sabes que artefacto podria llegar a matarte. ¿No crees? -No sabría descifrar si la cara del panzón se había puesto mas pálida o mas roja, debido a que las pecas le tapaban gran superficie de piel.
-Elta, ya basta. Estas haciendo mucho drama. -En vano, Rachel intentó frenar a su compañero.
-Estoy calmado, solo le hice una pregunta. Y quiero que la responda.
El chiquillo respiro varias veces fuertes por la nariz, como si le costara hablar. -Si. -dijo finalmente.
-¿Si qué?
-Si, señor.
-Muy bien, así me gusta. -Se dió media vuelta, algunos corrieron la mirada.
-No es correcto. -Susurré. Esperen ¿susurré? ¿yo susurré? ¿en primera persona? ¿por qué dije eso? ¿por qué dije algo en absoluto? Me tendría que haber quedado callada. Recé en mis adentros que 'Elta' (el que hablaba) no haya escuchado mi comentario. Pero parecía que hoy no era mi día de suerte, ya que el susodicho se dio vuelta mirándome fijamente.
-¿Dijiste algo?
No, no, no, no, no, no, no- Si -Dije. ¿Por qué dije que sí? Ugh, yo y mi enorme bocota. -No existe la pistola Glock 16, se hicieron desde la 17 para arriba. Y ni siquiera esta esta en circulación, ya que se creo en 1963 y estamos en 2016. Eso nos daría 53 años de diferencia. Seguro siguen existiendo algunos ejemplares pero no creo que nadie la quiera mientras existen muchos modelos más modernos y completos. Tal vez pueda servir para colección, porque fue una de las primeras armas revestidas en plástico. Aunque en gustos no hay nada escrito, si alguien quiere usar esta pistola esta bien, aunque tiene algunas fallas como el seguro automático y... Solo decía -Cerré los ojos al mismo tiempo que me callaba. Esperaba que me gritara, me atara al techo, o que me hiciera lamer la suela de sus zapatos, pero sorpresivamente solo se limitó a comentar:
-Parece que alguien hizo la tarea hoy -Desvió la vista, como si yo fuera un asunto sin importancia o del que se ocuparia personalmente mas tarde -. Quien sea el próximo que intente infringir la regla tres otra vez, lo colgaremos de los pies en las paredes de afuera del colectivo, como experimento para comprobar si el olor a cemento les hace recapacitar sobre quienes tienen el control aqui, ¿entendido? Bien. Prosigamos.
¿Debería asustarme o aliviarme el hecho de que no me haya maltratado? Todo parecía demasiado confuso.
Gracias de todo corazon a todas las bellas que votan, leen y comentan los (pocos) cápitulos que hay!! Cada una de ustedes es un motivo más por el cual inspirame para escribir!!!
Si alguna tiene un pensamiento de lo que puede pasar en los próximos cápitulos o quiere tirar una idea, que se sienta segura de mandarme una mensaje! Todo aporta! No esta en mis planes ignorar ninguna notificación (y menos una de las suyas).Las veré en el próximo cápitulo nenazas.
xo, Violet💜
ESTÁS LEYENDO
Bus thief
Teen FictionÉl robo un colectivo. Ella estaba en el colectivo que fue robado. Portada hecha por la divina de @TrueParadiseNight Derechos reservados.