11; De vuleta.

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-¿Estas hablando enserio?- susurro Elizabeth mientras poco a poco las lagrimas comenzaban a acumular en sus ojos.

-Lizzy...- Steve intento tomar la mano de su esposa por sobre la mesa, pero ella se alejó como si su tacto le quemara la piel.

-¿Por qué?- sollozo viéndolo directamente a los ojos-. Dijiste que no te volverías a ir, lo prometiste...-

-Se que lo prometí...- él soldado intento defenderse, pero es que no tenía una buena excusa.

Desde que había vuelto, le había prometido a Lizzy no volver a dejarla y había cumplido bien durante cinco años, pero Steve comenzaba a sentirse inútil, no hacia nada mas que ir al taller, pasar por James y Lizzy, para volver todos juntos a casa a la misma hora. Era un soldado, lo único que hizo verdaderamente en su vida, y –por más extraño que sonara– extrañaba las guerra.

-¿Por qué tu?- preguntó con la voz rota.

-Me necesitan- contestó en un susurro bajando la mirada. Le gustaba –en cierto modo– que el mundo aun necesitaba de él.

-No- negó Lizzy mientras se levantaba de la mesa con las lagrimas recorriendo sus mejillas-. Ellos necesitan al Capitán América, no Steve Rogers.

El resto del día resultó igual al resto, luego de la conversación, Lizzy y James fueron a la ciudad a seguir sus respectivas jornadas, mientras que Steve se dirigía al taller para seguir con el trabajo de la semana pasada.

-Te ves demacrado- comentó Joe, un veterano de la Primera Guerra Mundial experto en mecánica-. ¿Todo bien en casa?

-Lizzy esta molesta- se limitó a contestar el rubio mientras llevaba su atención al motor del viejo jeep militar-. Le he contado sobre la misión.

-¿Te ha golpeado?- se burlo el viejo yankee quitándose la grasa de las manos-. Estoy bastante seguro que es ella quien manda en casa.

-Al volver, había prometido que no volvería a combate- explicó al sacar una pieza y volviendo a acomodarla en su lugar-. Que no volveríamos a separarnos.

-Lo extrañas, ¿verdad?- suspiro el hombre dejando divagar su mirada por descuidado taller-. El olor a pólvora, los gritos en las trincheras, la mezcla de sangre y polvo sobre tu uniforme, el miedo que te hacia sentir que seguías con vida ...Extrañas la guerra.

El soldado de Brooklyn bajo la mirada hasta la placa que colgaba por su cuello y luego al delicado colgante junto a él.

"-¿La extrañas?- preguntó Natasha sentándose junto a él.

-Cada día desde entonces...- contestó Steve mientras observaba detenidamente la maltratada fotografía entre sus dedos.

-Parece ser un encanto- comento la pelirroja dandole una sonrisa ladeada.

-Todos la amaban- susurro él mientras una sonrisa nostálgica se enganchaba en su rostro-. Siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás, siempre sonriendo... Te hubiera encantado conocerla.

-Estoy segura de que si...-"

Steve sacudió la cabeza volviendo a la realidad, a pesar de recordar constantemente lo vivo, no extrañaba ese mundo en el que había despertado luego de haber estado dormido por largos años, pero si extrañaba algunas personas como a Sam, Natasha, la chica Maximoff, personas que lo vieron como era en realidad. Ahora, una vez de vuelta en su época, sabia que estaba en casa y se sentía como tal. Tenía todo lo que alguna vez deseo.

-¿Estarías dispuesto a volver?- Joe estaba frente a él con una mirada devastadora.

Joe era el único que sabía realmente lo que había pasado con Steve antes de despertar nuevamente en su época, era el único sabia de antiguo sufrimiento.

-¿Estarías dispuesto a perderlo todo nuevamente...?-

[•••]

¡Hola hermosa bellezas!
¡He vuelto para quedarme!
Luego de mucha meditación e historias fallidas, pensé que sería bueno seguir esta novela porque se me cruzo por la mente que podría gustarles.

También estuve pensado en hacer una con One Shot sobre el mismísimo Capitán América, donde ustedes podrán pedirlo a su gusto ¿qué les parece la idea?

PD: ¡¿ALGUIEN YA VIO CIVIL WAR?! ¡ESTÁN MALDITAMENTE PERFECTA! Quiero llorar...

PDdelaPD: ¡No me ignoren!

xoxo

Reed.

Believe |Capitán América/Steve Rogers|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora