EL GENIO DE LA LAMPARA

Mi nombre es...

Hoy iba a ser uno de esos días tranquilos en la ciudad de Happy Tree Friends, por el momento nadie había muerto y todo resultaba estar tranquilo, esa tarde Toothy había organizado una venta de jardín, había muchas cosas interesantes para comprar, desde ropa y DVDs hasta cuentos infantiles; pero lo que más me llamo la atención, especialmente para una joven pelirroja fue una lámpara de color bronce. Por el estado en el que estaba parecía antigua, tenía polvo y marcas de suciedad por todos lados, sin embargo era muy linda así que sin chistar y con una sonrisa en sus labios compro aquella hermosa reliquia.

Había costado un poco más de 40$ pero lo valía, o al menos eso pensaba ella, cuando por fin llego a casa puso las cosas que había comprado sobre la mesada. Pero antes de limpiarlas se dirigió a la cocina, moría de hambre así que puso en una sartén un trozo de pollo; mientras dejaba que se cocinase abrió su heladera y saco una botella de leche, lleno un vaso y se sentó frente a la bolsa de objetos que había comprado.

Bebió un poco de leche y abrió la bolsa, lo primero que saco fue aquella vieja lámpara, antes de frotarla recordó las películas que había visto sobre genios, princesas y deseos, pensó que sería fabuloso que algo así pasase en la vida real, pero luego comenzó a reírse de su propio pensamiento, cuando termino de reírse tomo la lámpara entre sus manos para limpiarla, pero como no tenía nada a mano, solo se le ocurrió pásasela por sus ropas; más específicamente por sus pechos. De inmediato sintió algo más grande que una lámpara y mucho más blando; cuando bajo la vista vio que había un rostro hundido en su busto.

- Oye...más vale que te detengas si sabes lo que te conviene – se escucho la voz varonil salir con cierto enojo de aquella cabeza – o es que acaso eres alguna clase de pervertida – separo su cabeza de ella y la miro fijamente con sus ojos verdes – acaso eres sorda? – frunció el ceño un poco.

La pelirroja sintió como sus manos temblaban y antes de decir si quiera una palabra se desmayo.

- Es..espera no puedes desmayarte!!! – la sostuvo aquel chico.

(....)

Luego de unas cuantas horas la pelirroja abrió los ojos y se vio en el sillón de la sala, miro hacia todos lados y al no ver nada raro suspiro aliviada.

- Wow...que sueño más loco....-se limpio un poco los ojos y al abrirlos de nuevo un chico peliverde con ojos del mismo color flotaba delante de ella vistiendo unas extrañas ropas. Sus pantalones eran abombados y anchos en la parte de abajo, arriba solo llevaba una especie de chaleco que dejaba ver su pecho marcado y un turbante que mostraba dos mechones de cabello verde salir de su frente.

- No fue un sueño chica tonta – levito hasta sentarse a su lado – y bien...vas a pedir ya tus deseos o te vas a desmayar de nuevo? – pregunto el peliverde mientras hacía aparecer unas uvas rojas y las empezaba a comer.

La joven comenzó a tartamudear y a hacer señas con sus manos a lo que el peliverde se levanto y se coloco delante de ella.

- Es que acaso no sabes hablar? – la tomo del mentón y abrió ligeramente su boca con su dedo – o será que te comió la lengua el gato? – pregunto mientras miraba dentro. repentinamente la pelirroja lo empujo de manera brusca – NOOOO!!! –

- Vaya con que si hablas – dijo con un tono medio burlón – bien...pídeme tus deseos.

- Pe..pero...tu quién eres? – pregunto la pelirroja con cierto nerviosismo.

- Bien te lo explicare, ya sabes es parte del protocolo de genios y todo eso – doblo sus piernas y comenzó a hablar – yo soy el genio de la lámpara y mi nombre es Flippy, estuve encerrado en esa lámpara por mucho tiempo esperando a que alguien me liberase, por desgracia nunca creí que un ser tan débil como tú lo haría, en fin...como me has liberado yo tengo la obligación de concederte 3 deseos, solo 3 ni más, ni menos.