Capítulo 2

84 9 1
                                    

¿Qué año sería? Ya ni me acordaba. Recordaba bien que la foto fue tomada el día que hicimos la promesa, ¿pero qué coño prometimos? Bien... hicimos alguna locura, sí... puede ser. ¿Quizás cometimos algún crimen? No. No lo creía. Éramos unos chavales bastante formales, haríamos alguna gamberrada o correríamos alguna aventura. Supongo. Mierda, ¿qué era?

Estábamos John, Lisa, Paul, Erik, Clarice y yo. Vale. A juzgar por la fotografía era verano. ¿Qué pudimos hacer en verano? ¡Ah, sí! Enterramos algo en alguna parte, no recordaba qué. ¡Qué enigma!

Siempre he sido un impaciente así que marqué el número de Erik para resolver mis dudas y no llevarme un dolor de cabeza:

—¿Sí? ¿Diga?
—Hola, Erik, soy Mike. Oye, ¿cuál fue la promesa que hicimos?
—Tú siempre directo al grano, eh, Mike - río.
—Sí.
—Prometimos que nos reuniríamos pasados 40 años para desenterrar nuestro tesoro.
—¿Nuestro tesoro?
—Hombre, Mike, no me digas que no te acuerdas - otra vez ese tono, ojalá le hubiese tenido delante para romperte la cara.
—No, no me acuerdo.
—Qué seco eres, hombre. Como castigo no te lo voy a decir. - Y colgó.

Creo que después de eso solté alguna que otra palabrota, nada importante. ¿Por qué tuve que hacer una promesa con ese tipo? Misterios de la vida.

Seguí intentando recordar cosas, pero no me vino nada a la cabeza, así que me tiré en el sofá y me puse a ver lo que fuera que diesen.

Aún quedaban doce años para cumplir la promesa.

Éramos jóvenesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora