Capítulo único

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Llegaron por fin al cuadro que les daría la posibilidad de escapar de aquel macabro lugar.

Decidieron no quemar a Mary, y por ello estaba también allí, junto con Garry y Ib.

Y ahora, la última cuestión era... ¿Quien iba a salir? Por que solo dos de ellos podrían salir. Uno de ellos se tendrían que quedar en el terrorífico mundo de Guertena.

Mary quería salir de ese mundo cuanto antes, y lo quería hacer con Ib. Aunque su prioridad número uno era salir ella. No soportaba más estar en aquel mundo, y no poder disfrutar de las oportunidades que le aportaba el mundo exterior.

Garry también quería salir con Ib, pero su mayor objetivo era el contrario al que tenía la chica rubia: él deseaba que, fuese como fuese, Ib saliese de ese mundo, aunque se tuviese que quedarle él a cambio.

Y Ib... ¿Que quería la pequeña Ib?

-¿Ib, que decides?- le preguntó el chico de la rosa azul.

-¡Elígeme a mi, Ib!- exclamo la chica de la falsa rosa amarilla.

La chica de la rosa roja miró a los dos a los ojos. Ella ya había tomado su decisión. Pero sabía que no les iba a gustar.

Ib extendió sus dos brazos, uno hacía Mary y otro hacía Garry.

-¿Ib, que haces...?- preguntó Garry confuso.

Y empujó a los dos al cuadro, haciéndoles caer en el.

-Perdonadme por esto...- murmuró Ib.

Los dos se sorprendieron por su reacción y, al darse cuenta de lo que eso conllevaba, intentaron volver junto con Ib. No querían que se quedara en aquel siniestro mundo la niña dulce y amable de ojos rojos que habían conocido.

Mary, con lágrimas en sus ojos, se removió  intentando salir, llegar hasta Ib para que no se quedara allí, pero Garry la agarraba para detenerla. Y aunque no lo hubiera agarrado, no hubiera podido. Sin embargo, las lágrimas también inundaban la cara del chico. El tampoco quería dejar ir a Ib.

-Nunca os olvidaré... Garry, Mary... Gracias por todo... Os quiero mucho...-

Al oír eso, Mary se movió con más fuerza.

-¡¡Garry, suéltame, suéltame ya!!- exclamó.

Sin embargo, el joven no le hizo caso.

-¡¡Ib, Ib!! ¡¡Lo siento!!  ¡¡Por favor, no te vayas!!- chilló Mary, haciendo que aumentarán las lágrimas de Garry y Ib.

Después de eso, ya no vieron más a la pequeña niña de ojos rojos.

Cuando ellos se fueron, Ib se puso en cuclillas, mirando el suelo algo temblorosa. Había tomado su decisión, así que ahora tendría que estar allí para siempre.

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Kouri se levantó de un golpe brusco de su silla al ver ese final.
¿¡Pero de que iban?!

-¿¡Pero se puede saber que pasa con este final?! ¡¡Yo no lo hice!!- exclamó enfadada.

Al investigar, se dió cuenta de que ese final fue hecho por un fan.

-¡Maldito, como lo pille...!- dijo con ira. Luego miró al ordenador con tristeza.- Yo... No quería este final para ti... Se que seguramente muchas personas sí, pero yo no...- luego soltó una pequeña y seca risa.- Incluso yo te cogí cariño, mi pequeña Ib...- murmuró mientras cerraba su ordenador y se iba a acostar a su cama. Luego tendría que buscar a aquella persona...

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Garry y Mary estaban confusos. ¿Que había pasado? ¿Por que estaban tirados en el suelo? Ninguno de los dos lo sabía.

Ambos se miraron al levantarse. En un principio, no se llegaron a reconocer, no llegaron a recordar nada, y estuvieron a punto de irse...

Pero eso cambio cuando vieron a Ib en un cuadro.

Sus pequeños ojos estaban cerrados mientras sostenía varias rosas rojas con sus brazos. Su cuerpo estaba casi atado por tallos de aquellas espinosas flores.
Y lo que más les impactó: en su cara figuraba una sonrisa, como si no se hubiese arrepentido de la elección que tomó.

Por que no lo había hecho.

Lloraron los dos al ver aquel cuadro.

-¿Cómo... como pudimos olvidarnos de algo tan importante...?- murmuró Mary, sintiéndose tremendamente culpable por su olvido.

-¡Ib! ¡¡Se encuentra sola en ese lugar!! ¡¡La hemos dejado sola!!- sollozó Garry.- ¿¡Que podemos hacer ahora?!-

Ya no podían hacer nada por ella. Lo sabían, no lo querían admitir, pero lo sabía.

El chico cayó al suelo, y Mary junto con él, mientras lo abrazaba con lágrimas en sus ojos, sollozando igual que él.
Garry chilló con tristeza el nombre de la niña que tanto quería y que había perdido para siempre...

Garry chilló con tristeza el nombre de la niña que tanto quería y que había perdido para siempre

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El sacrificio de IbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora