Draw Me Like One Of Your French Girls

08. Clint Barton aparece y Starbucks acoge un encuentro incómodo

Dedicada a @Sue_Nyu porque es una de las personas que ha estado aquí prácticamente desde el principio y porque me acordé de sus comentarios, y sobre todo de la fondue ewe, mientras veía Civil War ayer. Que por cierto, está más que recomendada para quien no la haya visto todavía. Yo aún sigo con los feels, ahre :v

Jueves, 11:57pm.

Una frenética y susurrada conversación está teniendo lugar en la cocina mientras Steve está sentado en el sofá, sosteniendo una taza de té que pierde calor de manera constante incluso con el calor de julio que se adentra en el apartamento a través de las ventanas y paredes. En el exterior, la noche continúa. Una sirena comienza a sonar y retumba por toda la calle. Tiene la impresión de que las emergencias siempre suceden por la noche.

Su madre murió por la noche.

―Steve ―susurró, apretando su mano con todas sus fuerzas, y era patético y triste―. Por favor, cariño, por favor, no-

Pero un ataque de tos la interrumpió, logrando quitarle el aire. Esas fueron sus últimas palabras antes de deslizarse hacia la inconsciencia y, finalmente, acabar en la negrura de la nada, la luz del Cielo, otra vida, o... algo. O. Nada.

Sus nudillos se ponen blancos alrededor de la taza. No debería pensar en esas cosas. No debería estar pensando en eso ahora, no después de una noche tan buena como esta. No tras haber logrado ver a Bucky tocar ―él es tan talentoso. El grupo era realmente bueno y Steve quería hablar algo más con él y decírselo. Ahora, ¿quién sabe si volverá a verlo alguna vez?

La conversación murmurada está escalando hasta convertirse en una conversación a tono normal y ahora puede oír las palabras.

―No, ¡tenemos que hablar con él! ―insiste Sam―. ¡Tenemos que saber qué demonios ha pasado para que viniera y nos arrastrara a ambos a la calle!

―Tenemos que darle tiempo, obviamente no quiere hablar de ello ―argumenta Nat.

Los dos tienen razón. Steve necesita hablar sobre ello. Pero no quiere. No quiere admitir que él y Bucky se besaron, que fue embriagador e increíble, que lo llenó con deseo y que alejó cualquier tipo de malos sentimientos. Que fue la mejor noche que ha tenido en mucho tiempo, sin contar el hecho de que, en estos momentos, está sentado en el sofá, mirando a la pared. Sin contar el hecho de que huyó tan pronto como tuvo su sentido común de vuelta.

―¿No tienes curiosidad? ―cuestiona Sam desde la cocina en un siseo.

Es el tono lo que hace que Steve deje su té en la mesa y se levante.

―Chicos ―comienza cansado―, por favor. No os peleéis. Hablaré. Os contaré lo que ha pasado. Sólo... no peleéis por mí.

Los dos le están mirando con los ojos muy abiertos, aunque Sam parece distintivamente triunfante, mientras que los labios de Natasha están presionados en una línea.

Inmediatamente, todos están sentados en círculo en el suelo de la cocina, pasándose un bote de helado de chocolate con menta del congelador. Steve saca una gran cucharada y la chupa, lentamente, envolviendo los labios a su alrededor y pensando en Bucky... Los labios de Bucky, envueltos alrededor de un helado, o lamiendo un polo... Oh, Dios.

―Vale. Nos fuimos a la parte de atrás porque a Bucky se le cayó una púa y quería llevarla de vuelta y ponerla junto con el resto de sus cosas ―empieza a explicar, pasándole el helado a Natasha. Rápidamente, ella y Sam están prestándole atención―. Volvimos a la sala verde, y después, nosotros, básicamente... Bueno, él me besó, yo le devolví el beso y comenzamos a liarnos- ―Ignora explícitamente el pequeño chillido de Nat y la manera en la que se cubre la boca con la mano, y definitivamente no le presta atención al puñetazo que Sam le da al aire―, y fue realmente increíble. Fue sólo... No sé. Estaba besándolo y sintiéndome genial y de pronto me sentí tan culpable, no puedo describirlo... Supongo que me sentí como... ¿Cómo podía haber hecho eso? ¿Sabéis? ¿Cómo podía permitirme a mí mismo tener eso ahora?