Jungkook hablaba y hablaba, pero Yoongi no le prestaba ni una pizca de atención, su mente y pensamientos solo los ocupaba aquel chico de hace un mes al cuál escuchó cantar, esto se repetía todos los días. Días en los que Yoongi estaba más distraído.
- Hyung, ¿me has escuchado?
Yoongi sacudió levemente su cabeza y miró a Jungkook.
- Perdón Kookie, ¿qué me decías?
- Que quiero presentarte a alguien, Yoongi hyung. Quiero que seas el primero en conocerlo, es alguien muy importante para mi.
Jungkook sonrió y a Yoongi se le olvidó todo, contagiándose de la alegría de su menor.
- ¿Alguien como quién?
Indagó Yoongi, moviendo sus cejas de arriba a abajo.
- Mi novio, hyung.
Yoongi se detuvo de golpe y miró a Jungkook quién no hacía nada más que sonreír.
- Pequeño insecto.
Se limitó a decir el mayor, revolviendo los cabellos del contrario.
Dieron un par de pasos más y llegaron al salón de Jeon.
- Bien, paso por ti al receso.
Yoongi caminó a su salón que no estaba tan lejos de allí, cuando estuvo dentro, colocó sus auriculares y dejó que la música fluyera por él, era como poesía o alguna suave brisa. Otra vez apareció en sus pensamientos aquel chico que lo traía distraído y loco, el chico de gruesos labios, de espalda ancha y voz tan particular.
Deseaba con todas sus fuerzas poder encontrárselo de nuevo, para observarlo una vez más, porque tenía claro que no se acercaría a hablarle, no. Eso era imposible.
Yoongi no era de aquellos, él era reservado, frío y con un carácter fuerte, iba directo y sin preámbulos. El único afortunado que conocía su lado más amable y tierno era Jungkook y así siempre se quedaría, eso no cambiaría jamás.
Pero pareciese que Yoongi había encontrado a su criptonita.
Yoongi no se dio cuenta cuando fue que el timbre sonó, así que rápidamente guardó sus pertenencias y fue en busca de Jungkook para ir a la cafetería por algo de comer.
Los dos caminaban con tranquilidad por el pasillo, nadie los apuraba, eso era lo bueno de asistir a la universidad, no hay padres ni directores de por medio. Jungkook compró una pizza individual para él y Yoongi un sándwich, ambos lo complementaron con una soda.
— Jungkook.
Llamó el mayor a su menor, haciendo que este último despegara los ojos de la pizza.
— Sí, hyung.
Jungkook mordió un trozo de la misma, saboreándola, hace un buen tiempo que no la comía.
— Dime, ¿cómo conociste a tu novio?
Yoongi quizo preguntar aquello desde que el menor le contó sobre el asunto, sentía curiosidad.