Todos los días por esta hora,
me siento en este banco
y te observo.
Te dispones a abrir tu negocio,
no va mal... pero podría ir peor.En ese instante, pasa una joven.
Le sonríes.
Oh, alegraste mi mañana.
Las sonrisas son bálsamos para el alma...
Tu eres la cura para la mía.
¡Mira! Ya estoy sonriendo.
Te diriges hacia la entrada,
tienes que preparar la tienda para la clientela.
Sin embargo, antes de cerrar tras de ti,
te diriges a mí.
Tu mirada y la mía,por primera vez en el día,
se cruzan.
Malditos ojos.
Me volví a enamorar.
¿Qué hago?
¿Me levanto y me presento?
¡No! Por Dios, no te conozco.
Entonces... ¿Qué?
Eres mucho más mayor que yo,
No soy lo que buscas...
no soy tu prototipo.
Me negarás la oportunidad.
Aún sigues mirándome...
pero rompo la conexión.
Me levanto,
niego
y agacho mi rostro.
Una última mirada y me despido.
Gracias por ser mi inalcanzable amor.
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Poesía
Poesia«Un sentimiento en su mente se aburría. ¡Basta de tonterías! se decía con hastío, pues yo quiero versar y hacer poesía.»