La vida de Amelia!

Lesbiana!

--Lia tienes que ir a la escuela! Es tu último año, grita papa antes de irse a trabajar.

--Lo sé, pero mamá todavía está grave, su anemia es fuerte y necesito cuidarla. Digo mientras termino mi desayuno.

--Hija, a tu madre la cuidan bien en el hospital, dentro de un mes le dan el alta, sus exámenes han salido buenos, dice devorando su panqueque.

--Prometo ir la próxima semana, pero hoy iré a visitarla digo alegre tomando mi bolso.

--Está bien, pero tendrás que ir sola al hospital tengo una reunión importante y estoy retrasado.

--Tranquilo, se llegar papa, susurro besando su mejilla.

Camino a la estación del tren, han pasado semanas y no he querido ir al escuela, ya que mama esta enferma, tiene una fuerte anemia y depresión, me siento culpable, necesito estar con ella para apoyarla en cada momento.

--tortillera, grita un muchacho mirándome.

Lo miro, pero no puedo identificarlo, llega el tren, me subo, durante el camino me siento observada la gente me mira feo con rechazo.

--Hola mamá, como estas? Pregunto sonriendo al verla despierta y con sus mejillas rosadas.

--Hola Lia, estoy mejor, susurra sonriendo.

--Te extraño mama, digo tomando su mano. --Tienes que mejorarte mis hermanos me tienen histérica con sus gritos. Comentó tocando mi cabeza.

--Lia no sabes lo aburrido que es esto, casi todo el día estoy durmiendo. Susurra bostezando.

--hija, como va él escuela? Tuviste libre hoy ? Pregunta recostándose en la cama.

--eeehhh...No he ido, susurro mirado el suelo.

--Hija, tienes que ir! Es tu último año susurra adormecida. --Prométeme que iras y terminarás con buenas notas. Dice estirando su mano.

--Lo prometo, susurro tomando su mano. --te amo mamá, digo sonriendo mientras ella se queda dormida.

Decido caminar, mientras pienso en todo lo sucedido, el otro día vi a Diego, trato de besarme y me juro amor eterno.

--hey guapa! Gritan tomando mi mano
--Que haces tarado! Grito pegándole una cachetada, pero afirman mi mano.

--Lia tranquila soy yo Carly! Dice levantado sus manos hacia el cielo.

--Tonta, pensé que me querías robar. Grito pegándole en la cabeza. --Eso no se hace! Digo moviendo mi dedo índice.

--Te robaría tus besos solamente, susurra acercándose a mi cara, pero retrocedo sonriendo.

--Somos amigas, no recuerdas! Comentó recordando la noche que me presento a sus amigas por casualidad.

--Cierto, pero podemos ser amigas con beneficios exclusivos, susurra abrazándome.

--No gracias, digo soltando su agarre y caminando a la estación del tren.

--Piensa mi propuesta, dice corriendo para alcanzarme. --Vámonos juntas? Pregunta con una hermosa sonrisa.

--Está bien, digo mirado lo sexy que luce hoy, lleva un jeans ajustado, un top ajustado, se alcanza a ver su plano viente, una camisa a cuadros abierta y lleva su cabello suelto con una trenza en el costado.