Prologo

466 42 17
                                    

Respira, respira, respira... Me decía una y otra vez, pero ya tenía las lagrimas en mis ojos que tanto quería evitar, salían y salían, salían y eran lagrimas de dolor, tristeza, amargura, odio, eran lagrimas que decían lo mal que me sentía conmigo misma. Yo no sabía que había de malo en mí pero aparentemente mis padres sí.

Dicen que la adolescencia es una época o etapa donde las personas se sienten solos, dicen que muchos adolescentes tienden a creer que nacieron de padres ricos y fueron criados por padres pobres y que por eso los tratan mal o no los quieren. Pero yo me sentía sola desde mi niñez, sentía que mis padres no me amaban, Yo sentía que no pertenecía a este lugar, al lugar donde mis padres se encontraban.

Pero como buena chica, siempre lo he ocultado, siempre sonrió, abrazo, beso y aplaudo a los demás. Las personas nunca se han dado cuenta de ese vació en mí, siempre me hago pasar por la hija ejemplar, no digo malas palabras, voy a la iglesia todos los domingos, hablo como una persona adulta, siempre tratando que vean madurez en mí, para que mis padres tengan una buena reputación.

Pero ya mi corazón no aguanta, me siento como la mierda y ellos no lo notan, me siguen regañando, castigando, criticando y pegando por cosas vagas, quiero la libertad y la voy a obtener, el único problema es que no tengo 18 años...  

¿Quien Soy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora