¿¡Me van a dejar escribir!?

Capítulo 23 de mi patética existencia

Abrí los ojos. Una luz cegadora me irritaba las pupilas. Estaba tumbada en algo blando y comodo. Parpadeé y no sentía dolor alguno, lo primero que pensé fue en el cielo y recordé todas aquellas veces que no había ido a la iglesia.

"¡Maldicion! ¡Iré directita al infierno!"

Intenté incorporarme para pedirle disculpas a cualquiera que me encontrase por delante pero descubrí que mi cuerpo no respondía a mis impulsos. Lo intenté varias veces más pero nada, definitivamente era como una enorme masa de gelatina. Parpadeé varias veces y la cegadora luz de dios se transformó al instante en una brillante bombilla de una lámpara que apuntaba directa a mis ojos.

" Uff, aún puedo transformarme"- pensé antes de darme cuenta de que realmente, fuese o no una locura, estaba viva.

De nuevo intenté incorporarme pero fue inútil. Intente hablar y de nuevo me sorprendió la absoluta parálisis de mis labios ¿y mis ojos? Mis ojos se movían, o al menos las pestañas y la pupila.

Notaba algo a la derecha de mi ombligo, como un mini pinchazo que recorría toda la zona, y algo que tiraba de mi piel hacia el centro. Algo se reflejaba en la lámpara, me fije mejor y entonces quede estupefacta. Unas manos cosían un enorme agujero en mi estómago, guantes manchados de sangre que sujetaban con delicadeza una afilada aguja.

Me desmayé. Si, no voy a dar detalles, soy una absoluta gilimema para la sangre.

"Bien Helena bien, punto para la inteligencia"- oí susurrar a la voz de mi conciencia.

Otra vez me desperte, otra vez me cegó una luz, otra vez la confundí con dios (dejadme vale dios es luminoso, no tengo la culpa de ello).
Esta vez si podía moverme y esta vez si que un maldito dolor insoportable me punzaba el abdomen.

"mierda"

Me incorporé lentamente aullando un suave grito de dolor y al instante unas manos se posaron en mis hombros obligándome a volver a la cama. Abrí los ojos y me encontré los  hinchados y rojos de mi madre.

- Quieta Helena, aún no puedes levantarte- susurro con ternura.

- M-mamá, q-que.......¿que día es hoy?

En el tiempo en el que había estado sumida en mi oscuro limbo le estuve dando vueltas a aquellas palabras "19 ocho bolera" día 19, a las 20:00h, en la bolera.
¡¿PERO SE PUEDE SABER QUE COÑO PASA POR LA IMBECILA DE MI CABEZA?!
Un tio me pega un tiro, me dice cuatro gilipolleces y yo voy detrás de él como una mosquita hacia la luz ultravioleta. Bueno, había una diferencia, que ese chico era Sky Number Lovins y que según me contaría un par de horas después mi madre el disparo se había efectuado por un profesional sin ninguna intención de matarme. Me merecía una explicación y pensaba ir a exigirla, es cabezonería pero preferiría llamarlo ser valiente.

- Me alegro de que te estés despierta- dijo una voz desde atrás una vez que ya estaba completamente tendida de nuevo en la cama.

JJ asomó la cabeza a través de las barras de la camilla y sonrío, tenía la vista cansada y se le veía completamente preocupado. Si, lo sabía todo, joder y que lo sabía. Se le notaba, además es su mejor amigo...

- It ha ido a por unas cocacolas pero volverá enseguida- dijo mi madre- necesito tomar el aire, vuelvo en un rato cielo- me susurró antes de besarme la frente.

La despedí con una sonrisa y me preparé para enfrentarme a JJ

" Vamos Helena, puedes con él"

Le miré con el ceño fruncido y erguí la espalda amenazante.
Al instante el supo lo que pasaba por mi cabeza.

- Lo sabes, se que lo sabes...me merezco esa explicación- dije señalándole acusadoramente.

JJ suspiró y se rascó la nuca.

- Él debería contarte....

- NO, aquí y ahora JJ

Se levantó y se sentó a mis pies en la camilla de hospital.

- Yo....pfff Sky va a matarme

- Eso ha estado apunto de hacer conmigo ¿no?- notaba como poco a poco iba enfureciendome pero me obligue a controlar mi genio.

- Esta bien, en realidad...bueno él.....

- Al grano zape

- Trabaja para la mafia

JJ se fijó en mis ojos con la cabeza gacha esperando mi reacción, pero esta no llegó. Después de todo lo que había pasado supuse que sería algo así, al ver que JJ no continuaba intensifique la mirada.

- continua- le ordené.

Él se acomodó en la camilla y dejó los pies colgando, ya que esta era muy alta, se colocó mirando al frente y se preparó para comenzar el relato.

Esto iba para largo y me preparé mentalemente para saberlo. Para saber la verdad de todo, para desenmascarar al chico que había en él, para saber el que era aquel trasfondo en sus pupilas, para saber el porqué de su hostilidad y sus fáciles cambios de humor.....para saber realmente quién era Sky Number Lovins.