🐱🐞🐱🐞🐱🐞🐱🐞🐱🐞🐱🐞🐱🐞🐱🐞🐱
—¿Y a qué universidad piensas ir?—preguntó la chica de ojos azules que se encontraba a mi lado. Su sonrisa iluminaba la habitación entera, mientras que su alegría llenaba la casa entera.
—Bueno, ayer me llegó una carta de aceptación de una universidad muy reconocida—dije sacando una carta blanca ya abierta del bolsillo trasero de mi pantalón—. Estimado señor Adrien—comencé a decir con un tono de voz profundo—, estamos agradecidos que haya enviado su información a nuestra universidad. También vimos su video y nos fascino su talento. Decidimos darle una beca completamente pagada a usted y a la señorita Marinette Dupain-Cheng por su gran talento. Ambos fueron aceptados en la Universidad de Bellas Artes de París. Los esperamos. Cordialmente, el director y el comité de maestros.—cerré la carta en mis manos y contemple el rostro de mi novia. Estaba en un gran shock y una sonrisa ampliada cubría su rostro.
—¡No puede ser!—dijo emocionada colocando sus manos sobre sus labios.
—Bueno, la carta lo dice—dije riendo—. Iremos a la Universidad de Bellas Artes de París juntos Marinette.
Marinette me abrazo fuertemente y yo hice lo mismo. Estaba completamente emocionado por esto, mi padre me quería enviar a Italia a dirigir una parte de su compañía. Pero luego de pelear con él me dio la oportunidad de ir a una universidad. Eso, si era una muy conocida. Principalmente quería ir a la misma que Marinette, así que envíe solicitudes de ambos a la Universidad de Bellas Artes de París. No iría a una universidad diferente a la de Marinette, no importaba cual buena fuera.
—Alto—dijo Marinette unos minutos después del ataque de emoción—. Esa universidad no tiene modelaje Adrien. ¿Cómo entraste?
—Digamos que se tocar el piano—mencione rascándome la nuca—. Así que me grabe y lo envié.
—Nunca me lo habías dicho—Marinette se cruzó de brazos y miro el piano tras mío—. Para compensarlo pido que me toques una pieza.
—Con gusto M'Lady—dije con una sonrisa coqueta, la tome de la mano y me senté con ella en el banco del piano. Rodé las mangas de mi camisa hasta mis codos e hice mis dedos sonar. Acto seguido comencé a tocar suavemente una melodía que había aprendido por mí solo.
Marinette me miraba asombrada, una sonrisa dulce cubría su rostro. Seguí tocando cada vez más rápido y con más agilidad. Era algo que ciertamente me gustaba. Antes de ser Chat Noir, lo único que me sacaba de mi mundo era tocar el piano. Me alejaba de mis preocupaciones y mis problemas. En otras palabras de mi padre.
De la nada recordé como había aprendido a tocar el piano. Unas manos similares a las mías, un poco más femeninas remplazaron las mías y unas más pequeñas estaban colocadas sobre estas. Una mujer rubia de ojos verdes estaba sentada justo donde Marinette y yo estábamos. Sonriéndole a un niño pequeño rubio de ojos verdes. Este le sonreía emocionado y lleno de esperanza. Era la tercera semana que su madre le ayudaba con el piano.
Un mes después la mujer rubia de ojos esmeraldas falleció.
Fallé una nota. Marinette se percató de ello inmediatamente. Su sonrisa desapareció. Apreté mis puños mientras lágrimas silenciosas corrían por mis mejillas. La chica se dio rápidamente la vuelta a verle preocupada. Automáticamente mi mano derecha cubrió mis ojos mientras que una mano de Marinette se posaba en mi hombro y otro en mi brazo.
—¿Adrien?¿Qué sucede?—preguntó, preocupación en su voz.
Vire a verla, bajando mi mano hasta mi boca. Marinette se asustó y acerco su mano a la mía.
