Han pasado dos días desde el accidente.
Dos días los cuales he pasado en el cuarto encerrada. Todos los del grupo han venido verme para que estuviese menos sola. Otros han aprovechado también para disculparse y otros para besarme.
Supongo que sabemos quien hizo qué.
Daryl andaba cariñoso últimamente, o todo lo cariñoso que Daryl Dixon puede ser. Comía conmigo en el cuarto para que no estuviese sola y me ayudaba cada vez que necesitaba algo.
Shane vino a disculpase por el comentario de Sophia. Me dijo textualmente 'Si estoy disculpándome por ello no es porque no lo siga creyendo, sino porque sé que debería haberlo dicho de otro modo, o no decirlo. Eres una de las pocas personas aquí que me importan y no quiero que me odies'.
Me pareció un bonito detalle por su parte sabiendo lo orgullo que es.
A pesar del aburrimiento de estar encerrada, el reposo tengo que reconocer que me ha venido genial, ya puedo caminar sin sentir dolor, solo algo de molestia.
Estoy bajando las escaleras para ir con los demás.
Glenn, quien estaba en la planta baja, al verme viene corriendo a donde mi y me ayuda a bajar.
-¿Te encuentras bien? -me mira rascando su nuca.
Ya está actuando otra vez raro, nervioso por cualquier cosa que dice, como si temiese que se le escapara algo.
-La pregunta aquí es, ¿tú te encuentras bien? -en vez de sorprenderse por mi pregunta, baja la mirada al suelo.
-No. -me vuelve a mirar a los ojos- ¿Que harías si supieses algo que el grupo debe saber pero que si lo hicieses traicionarías a alguien importante? -bingo.
-Dejate de tonterías, cuéntamelo. -ordeno.
-Lori está embarazada y en el granero hay caminantes. -dice rápido y de golpe.
Abro mis ojos sorprendida.
-¿Y no has dicho nada hasta ahora? -le reprocho.
-Lori no quería que nadie supiese y- lo interrumpo.
-Hablaba de los caminantes. ¿Como vamos a estar 100% seguros con caminantes en el granero? -pregunto con el volumen más bajo que puedo.
-¡¿Qué?! -pregunta Shane a nuestras espaldas.
Pero al parecer no el suficientemente bajo para que alguien más lo escuchase.
-Shane. -intento relajarle.
Está muy furioso.
-¿Desde cuando lo sabíais? -pregunta cabreado.
-Ella se acaba de enterar, yo hace unos días. -contesta Glenn.
Shane sale cabreado del salón hacía el jardín. Glenn y yo nos miramos para luego seguirlo. Sabemos a donde va.
Vamos detrás de él gritando su nombre para que pare.
Los gritos llaman la atención del resto y van acercándose a nosotros, que nos encontramos en la puerta del granero.
-Por favor, Shane. -suplico- No es nuestra casa. -intento convencerlo.
-¡Hay putos caminantes ahí! Yo no quiero morir. -grita enfadado.
-¡Es mi casa! Si abres eso os vais. -dice Hershel.
-Bien. -contesta Shane para después abrir la puerta y alejarse.
Empiezan a salir caminantes y todos disparamos para que no se acerquen a la granja.
La familia Greene llora desconsoladamente ya que es su familia la que se encuentra ahí.
Los caminantes caen uno por uno hasta no quedar ninguno.
Todos nos quedamos en silencio. Sólo se escuchan los llantos de Beth.
En el interior de la granja se escucha un rugido y todos nos volvemos a poner alerta.
De pronto sale un caminante, de baja estatura, con un pantalón marrón, una camiseta azul y una melena corta. Todos la reconocemos. Sophia.
Carol intenta lanzarse hacía ella pero Daryl la para agarrándola. Lágrimas caen por sus mejillas, al igual que por las mías.
Rick levanta su pistola y la apunta en la cabeza para después apretar el gatillo.
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Me encuentro en mi cama tumbada al lado de Daryl.
-Daryl. -lo llamo.
Mi voz suena diferente, quebrada de tanto llorar.
-Ajam. -contesta.
-¿Como crees que morirás? -el frunce el ceño y se encoje de hombros.
-Supongo que algún caminante me arañará, morderá, o devorará tarde o temprano. ¿Y tú? -pregunta.
-Igual. Pero espero que no me devoren. -el asiente.
-Yo también espero eso. -contesta con una sonrisa torcida- ¿Tienes miedo?
Niego lentamente.
-Tengo miedo de que cuando ocurra no haya nadie a mi lado. Que esté sola. -no puedo evitar pensar en Merle al decir eso.
-Eso no va a ocurrir, no te dejaré sola. -me besa en la frente para luego bajar a mis labios.
Cada momento el beso se vuelve más intenso y nuestras prendas menos necesarias.
Disfrutamos de la desnudez del otro, del tacto, de la calidez.
Sus besos bajan desde mi cuello hasta mis pechos, desde mis pechos a mi estómago, y de mi estómago hasta mi cuello otra vez. Estoy excitada y quiero sentirlo dentro de mi de una vez.
-Daryl, por favor. -susurro con voz ronca.
Una vez puesto uno de los condones que cogí en aquella farmacia, me penetra haciendo que se me corte la respiración. Hacía tanto que no sentía algo así. Lo echaba de menos, y mucho.
Nuestras respiraciones se vuelven cada vez más agitadas hasta que llegamos al climax.
Me desplomo a su lado intentando recuperar la respiración.
Me giro abrazando su trabajado y tonificado torso.
-Te quiero. -digo y siento como el se tensa.
No es como si esperase que el lo dijese de vuelta, lo conozco. Pero no puedo evitar sentirme algo decepcionada.
Así que cierro los ojos y caigo en un profundo sueño.
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He puesto las partes del dialogo en negrita con el objetivo de que la lectura sea más sencilla y se vea todo claramente. Si queréis que lo quite solo pedírmelo.
No sé que os está pareciendo la historia, en caso de que tengáis alguna duda sobre esta dejármela en los comentarios.
Gracias por leer❤
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WALKERS | Daryl Dixon
Science FictionEn un mundo donde predomina el caos, el hombre solo tiene dos opciones: matar o dejarse matar.