Capítulo XIV Parte 2

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Final.

Iba caminando por la orilla de la playa, en la que mi padre me llevaba siempre que nos quedábamos solos y aburridos.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo al sentir la fina tela del vestido blanco que llevaba puesto rozar con mi piel.

Amo éste lugar, sólo se escucha el ruido del mar al moverse. Ésta es la paz que necesito en mi vida, sin nadie que me moleste.

- Ashley... Hija...

Nunca en mi vida me había asustado tanto, ni siquiera cuando me desperté sola en el hospital el día del accidente.

Tengo miedo de darme vuelta y encontrarme sólo con el mar, tengo miedo de que sólo había imaginado esa voz.

Pero sin pensarlo lo hice, me vuelta. Y al instante una solitaria lágrima calló.

- ¿Mamá? ¿Papá?. - Fue lo único que pude decir.

Mamá estaba hermosa, como siempre. Con una sonrisa radiante, un vestido igual al mío sólo que éste llegaba hasta el piso.

Papá estaba sonriendo con nostalgia, está completamente igual a como lo recuerdo. Vestido con un pantalón blanco y una camisa del mismo color. Siempre tan formal.

No me resistí más y corrí a abrazarlos. Cuando por fin, después de años los volví a abrazar, volví a sentir ese calor que me brindaban cada vez que me abrazaban.

En pocas palabras ; Me sentí viva, me sentí... Feliz...

- Te extrañamos tanto pequeña jirafa. - Sonreí al escuchar ese apodo, " pequeña jirafa", ellos siempre me llamaron así.

- Yo también los extrañe mucho, mamá... Pero, ¿Qué hacen acá?.

- Venimos a advertirte, hija. - Miré confundida a papá.

- ¿Advertirme? No entiendo, ¿de qué?.

- Ashley, ésta noche en la pelea te vas a llevar una gran sorpresa. Pero no dejes que te dejen llevar los sentimientos, tienes que ser fuerte hija... Sólo resiste.

- Pero mamá, ya eliminé a todos los traidores. No lo entiendo...

- No a todos cielo, no a todos... - Mamá dejó de hablar y con papá miraron al cielo. - Nos tenemos que ir, te a...- No la dejé terminar, no estaba lista para otra despedida.

- P-por favor n-no se vayan, se los ruego. Los amo, los extraño. Los necesito. - Dije ya llorando.

- Nosotros también te amamos hija, pero no tenemos que ir. Sé fuerte...

Vi como de a poco se fueron alejando, llorando los tres. Todo se volvió borroso.

***

Desperté de golpe. El sueño fue horrible, pero a la vez hermoso.

Horrible por el hecho de que mis padres no volvieron. Y hermoso porque los pude volver a ver.

(...)

- Ashley, ¿no tienes miedo?. - Vi a Tessa que se estaba poniendo las armas en distintas partes de su cuerpo.

Suspiré. - Un poco. ¿Y tú?.

- No. - Negó con la cabeza. - Total no hay nadie esperándome allí afuera. Y tampoco le temo a la muerte. - Me sonrió para después irse.

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