Celos

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Ji no toco el tema de su pasado por lo que resto del día, lo odie pero más a mí por haber cometido la imprudencia de permitirle a Seungri que se acercara más de lo debido. Lo nuestro había terminado hace mese... Seis para ser exacta.

¿Qué buscaba dándome problemas con Ji?

Sacudo la cabeza mientras bajo a tientas las escaleras, son las 2:00 de la madrugada no he podido conciliar el sueño así que tal vez un vaso de agua ayude a que mi sistema se relaje un poco más.

Abro la nevera y observo los alimentos dentro... mmmm, helado de vainilla. Sería buena elección después de todo no tengo los ánimos muy arriba, tomo el bote de dos litros entre mis manos saco una cuchara de la cajonera y regreso a la habitación.

Cuando entro me encuentro con Ji recargado en la ventana, la luz de la luna cae sobre su rostro dejando brillar sus ojos negros sus labios están ligeramente fruncidos en una línea fina sus manos sumergidas en sus pantalones pijama.

¡MIERDA!

¿Cómo no darme cuenta de eso antes?

No lleva camisa, esta denudo de la cintura para arriba por un momento creí que dejaría caer el helado por estar bobeando observándolo. Los músculos de su abdomen se contraen cando inhala y se relajan cuando exhalan. Doy un paso y el no parece percibir que he entrado en la habitación, doy otro y estoy más cerca de mi cama.

Entonces se endereza y posa sus ojos sobre mí, aquella noche vestía un short demasiado corto mostrando en todo su expender mis muslos. Blusa de tirantes sin llevar brasear mi cabello estaba sujetado en dos coletas parecía una niña pequeña que habían cachado entrando a su recamara con algún caramelo prohibido.

-¿Helado? ¿Ha esta hora?- pregunta en voz dulce da unos pasos y está más próximo a mí, el aire frio que se cuela por la ventana trae consigo su fragancia.

-Bueno.- me ruborizo por haber sido sorprendida con la cubeta de helado.- Suelo comer helado cuando algo me inquieta.- digo encogiéndome de hombros aún ruborizada.

-¿Inquieta?- su voz se torna ronca y seductora, sus ojos me recorren deteniéndose unos segundos más sobre mis piernas desnudas. Me muevo nerviosa sobre mi lugar parece notar lo incomoda que me siento y levanta la vista de nuevo a mis ojos.

Las gotas frías comienzan a recorrer mis dedos, da otro paso extiende sus manos y toma el bote entre sus manos rozando mis dedos con los suyos, quiero gemir por el simple roce.

-Yo tengo otra solución a tu inquietud.- murmura sonriendo con malicia paso saliva y le veo dejar el bote sobre la silla que está aún lado de mí, cuando regresa da un paso más ahora puedo escuchar con más perfección el latido se su corazón.

Está descontrolado igual que el mío. Extiende la mano y acaricia mi mejilla, todo dentro de mi da vueltas mis entrañas comienzan a enloquecer pidiendo a gritos que el este dentro de mí.

Suspiro cuando su dedo índice roza mi labio inferior, quiero abrir la boca y meter su dedo y chuparlo, pero me detengo.

No estás pensando con la cabeza Madison, mi subconsciente pasa riéndose y me grita "No, piensas con las piernas"

Lo fulmino con la mirada odiaba que tuviera la razón.

-No tienes idea Madison de...-deja las palabras en el aire y se aparta sorpresivamente.

¡NO! Grita mi cuerpo, por favor quédate cerca. Quería preguntarle que si había hecho algo mal pero en realidad no había hecho nada. Solo permanecí parada en mi lugar.

Novio de Mentiras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora