prohibido Volar ( One direction and Miley Cyrus)

Capitulo 1

El olor a desinfectante se había infiltrado en mis sueños, bloqueando cualquier imagen de ojos azules y cabello rubio que pudiera haber tenido. A pesar de ello se me era imposible conciliar el sueño nuevamente, debido a unos suaves golpes en mis costillas, los cuales me obligaron a abrir los ojos para comprobar que me había vuelto a dormir en clase.

-¡Despierta, Destiny!- murmuro la voz ronca de mi mejor "amigo"- la Señora Fallow te hará pasar a lección, si te ve.

Gemi, dirigiendo una mirada a mi izquierda, quedándome absorta el la belleza de mi acompañante. Sus ojos verdes me devolvieron la mirada mientras una pequeña sonrisa se dibujaba en sus rosados labios provocando, así unos pequeños pósitos a cada lado de su mejilla y una de sus manos viajo inconscientemente a su cabello, sacudiendo y echando a un costado sus perfectos rulos castaños.

-Prefiero dormir.- me queje, intentando volver a prestar atención en clase.

Él se acerco mas a mi oído, su respiración haciéndome  cosquillas mientras susurraba.

-Deberías dormir mas, de ese modo quizá presta rías atención en clase y nadie te acusaría de hacer trampa en los exámenes.

No importaba cuan estúpida intentara ser en su presencia, él sabia de ante mano que yo podía aprobar cualquier materia, prestara o no, atención en clase. Sobre todo si se trataba de esta.

Estaba a punto de contestar cuando la profesora de español, (una mujer de unos cincuenta años, cabello canoso y una nariz que podría sacarte el ojo en cualquier momento) me interrumpió.

- Señorita Cyrus, ¿podría usted traducir esta frase?- la señora Fallow me miro expectante, con su largo y huesudo dedo apuntando a la pizarra.

- Te lo dije.- siseo a mi lado Harry, entre su risa apenas disimulada.  

Mi mirada paso de la señora Fallow a la mesa que apestaba a desinfectante, intentando fingir que no tenia idea de lo que decía la frase.

- Si es posible,hoy.- exigió la profesora.

Leí la frase e hice un esfuerzo por no reír ante sus errores de ortografía.

- Dice...- mi voz reflejo mi burla por lo que tuve que toser para poder hacerla oír mas fuerte y seria.- "ningún hombre elije el mal por ser el mal, solo lo confunde con la felicidad que busca"

La clase entera río cuando profesora, al parecer sorprendida por mi respuesta, dio un paso atrás, chocando con su escritorio y frunciendo el ceño de modo que su nariz resaltaba más.

- Muy bien, señorita Cyrus. Aun así intente mantener sus ojos abiertos y la boca cerrada cuando este en mi clase.- miro su reloj y agrego para todos.- Para el lunes quiero un trabajo completo sobre las distintas culturas, tanto latino americanas como españoles, elegid solo una y especificar el lugar de procedencia.

El timbre sonó y Harry se apresuro a guardar sus cosas para luego ayudarme con las mías.

- Aún no puedo creer que hayas dormido  en todas tus clases.- fingió quejarse, negando la cabeza.- ¡Es injusto!  Ni siquiera recibiste un castigo.

Me reí. Lo cierto era que, por extraño que parezca, mis profesores me veían como una clase de niña buena.

- Lo se, lo se. Ahora, ¿podemos salir de aquí antes que me vuelva paranoica?- pregunte, intentando no salir corriendo por las puertas dobles del colegio hasta el estacionamiento donde mi lindo bebe me esperaba.

Tan solo salir fuera sentí como Harry se tensaba a mi lado, con la mirada fija en el edificio principal a unos 50 mts, donde, de la secretaria se podía ver un chico alto, delgado, aun que para nada débil, con cabello rubio y ojos azules que nos devolvían la mirada con un intenso brillo que, al detenerse en mi se suavizaba, aun así, cuando se encontraba con la de Harry el odio resaltaba en ellos.

Pequeñas imágenes vinieron a mi mente, en la mayoría esos ojos azules me sonreían reflejando un profundo sentimiento que no fui capaz de descifrar. En otras casi podía sentir como sus brazos me rodeaban, meciendo me tranquilamente, acogiendo me en un intenso sentimiento de seguridad. Al final hubo una que me  obligo a cerrar los ojos con fuerza para que una lágrima sin sentido fallara en su intento de escapar. En esta ultima el muchacho me cogía de la mano, sus ojos llenos de lágrimas me miraban suplicantes, a doloridos y tristes; otro chico jalaba de mi otra mano, aun que su mirada no paresia tan dolorida, mas bien se veía segura en su profundo color azul verdoso.

Aun perdida en estas imágenes sentí los brazos de Harry llevándome a mi bebe ( un audi gris de cinco puertas) susurrando palabras y secando las estúpidas lágrimas de mi mejilla.