Cap 3

4 2 0
                                    



Pensé en romperla pero seguía atada a la camilla, así que no tenía posibilidad alguna, después pensé en hacer como si me hubiera muerto, pero se darían cuenta ya que era muy mala actriz. Intenté desatarme pero solo conseguí quitarme la soga de una mano, y ahí fue cuando se me ocurrió un plan: le quitaría las llaves a los falsos policías que me traían la comida y me llevaban al baño cada vez que yo gritaba. Justo en ese momento entro la señora que tanta ''conversación'' me daba.

-¿Porque sigo aquí? ¿Para que me queréis?

-Vaya, parece que hoy estas habladora.- Musitó en voz baja.

-RESPONDE A MIS PREGUNTAS.

-Relájate, pronto sabrás el porqué de tu estancia aquí.

Y se fue, con esa sonrisa en los labios que tanto odio, como si fuera la dueña de todo.

Y con esas, se volvió a ir.

Todo comenzó Donde viven las historias. Descúbrelo ahora