Epílogo.

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Estaba recostada en mi cama con mi ordenador portátil revisando mis redes sociales, en eso, escuche un ligero toque en la puerta de mi habitación. Me pare y fui a abrir la puerta.
Del otro lado estaba mi mamá con una linda caja de regalo en sus manos.

-Alice, te dije que no le pusieras el seguro a la puerta, no me gusta que te encierres-.

-Perdón mama, se me olvidó-. Dije con un tono de voz chillon.

-Ok, pero que sea la ultima vez por favor-. Me dijo levantando una ceja.

-y que llevas ahí-. Extendi la mano y señale la bonita caja de regalo.

-Es un pequeño detalle para ti-. Me lo extendió y lo tomé.

Me sente en la orilla de mi cama y mi mamá me siguió. Quite la tapa de la caja y me encontré con un hermoso libro color blanco y con un resorte negro, saque el resorte y lo abrí. El libro estaba en blanco.

-Es un diario-. Dijo mi mamá al ver la confusión en mi rostro.- ahí puedes escribir lo que te sucedió en tu día y como te sientes. Yo tenía uno a tu edad, y diario escribía en el todos mis sentimientos, sueños y aspiraciones. Se sentía muy bien poder escribir lo que sentía, era como una forma de liberación, y me gustaría que tu lo hagas. Pero recuerda que a mi también me puedes contar lo que piensas y sientes, siempre estare para escucharte. ¿De acuerdo ?-.

De acuerdo- se formo una sonrisa en mi rostro- gracias mamá significa mucho para mi.

-Todavía queda un detalle.- y con su mirada señalo la caja.

Mire la caja y empeze a buscar entre el papel de china. Sentí que algo toco mi mano y lo saque.
Era una pluma muy bonita, color negro y con un gatito en la parte superior de color blanco. Hacia juego con el diario.

-Gracias mamá me encantó-. Extendi los brazos y le di un fuerte abrazo.

-De nada cariño- me dijo en mi oido- ahora tengo que ir al supermercado a comprar suministros- ¿Quieres acompañarme?

-Creo que mejor me qudare a estrenar mi diario.

-Ok mi amor, que te diviertas.

Se paro de mi cama y se dirigió a mi puerta, antes de salir movió su mano de un lado a otro y yo hice lo mismo.
Cuando salió me dirigí a mi escritorio y me sente el la silla, coloque el diario en el y tome mi pluma. Tenía la mente en blanco, asi que, decidí empezar con una típica frase:

Querido diario...

El Diario De Alice Baker.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora