- ¡Becca! -Grito Cristian- ¡Ayúdame Becca!
- Voy Cristian.
- ¡Ayuda!
- Ya llegue -Lo sujete de la cabeza y la coloque en mis piernas- Estarás bien, te lo prometo -su cabeza no paraba de sangrar, su cara estaba hinchada al igual que cada parte de su cuerpo.
- Genial -Dijo una voz desconocida- lo encontraste -trate de reconocer la voz pero me fue imposible.
Gire mi cabeza en dirección hacia donde se oía la voz, pero no pude ver nada más que solo una mancha borrosa.
- ¿Quién eres? -Dije.
- Paciencia Becca, ya me conocerás...-Risas llenaron el lugar y pude darme cuenta que estaba en un bosque, un oscuro y tenebroso bosque, como el que sale en películas de terror. Cristian cerró sus ojos y un último respiro pudo salir de su interior.
- Becca, ¿estás bien? -Abrí mis ojos como pude, y logre ver el rostro de Cristian; me lance sobre él y rodee mis brazos en su tronco, pude notar su expresión de confuso pero no me importo- Tranquila Becca.
- Soñé algo horrible -Dije.
- Déjame adivinar -dijo divertido- Yo estaba en tu sueño, ¿Cierto? -Asentí- Tranquila Becca, los sueños solo son... -hizo una pausa eterna- Y no dejaran de ser sueños.
- ¿Te cuento?
- Sera en otro momento -si mis sentidos no me fallan, creo que esa tercera voz fue Edgar- Debemos irnos -¡Oh genial! no me fallaron.
- Veo que ya te sientes mejor -dije.
- Pues esto contesta tu pregunta -se las arregló para estar en la cama junto a mí, en cuestión de segundos nuestros labios no tenían siquiera un milímetro de distancia de estar separados y seguido de eso me levanto y llevo al auto de Cristian.
- ¡Becca despierta! -Dijo Isa- Despierta o llegaremos tarde a clase, Cristian nos está esperando para llevarnos.
- Tranquila ya desperté, ya desperté -dije con voz ronca.
- Vamos levántate.
- Solo sal de mi habitación, adelántense, yo me las arreglare para ir a clases.
- Como quieras.
Decidí ese día no ir a clases, recordé que hoy no habían evaluaciones así que me pondré al día mañana, no tenía ganas ni de levantarme a lavar mis dientes, pero mi propia nariz me lo pidió. No desayune, ni almorcé, solo tome dos tazas de té de Jamaica, me gustaba mucho, mi día fue tranquilo y sin estrés, mi mama trabajaba, mis hermanas estaban cada una en su mundo. Mi celular vibro y supe que era un mensaje, pero era de un número desconocido...
-¡Hola! Soy Edgar.
- ¿Cómo conseguiste mi número?
- Tu hermano es mi mejor amigo...
- Dime algo que no sepa.
- Pues él me lo dio.
- Y ¿Qué quieres? Estoy ocupada.
- No es cierto.
- ¿Cómo estas tan seguro?
- Porque Isa me lo dijo.
- Al parecer estas más al tanto de mi vida que yo misma.
- ¿Quieres salir?
- ¿Contigo? Ni loca.

ESTÁS LEYENDO
Diario de una Escritora más...
Teen FictionMi universo, Mis reglas. Los Cambios, Retos, Olvido, Amistades, Perdidas y el amor... ¿Podrán ser superados? Descúbrelo... Vivimos en un Universo donde el amor ya casi se vuelve un temor, donde un "Te Amo" ya es un saludo, la Ignorancia es como la a...