Azul es un color

746 105 112
                                    

Sehun se ve acosado por un compañero de danza de origen chino. Todo porque el menor tuvo la brillante idea de compartirle agua el primer día de clases.

A veces Sehun se arrepentía de ser tan buena persona. Como cuando dejó que su hermano encontrara los auriculares que le había robado. O como aquella vez en la que le gritó en la cara a Kris que su amigo ojeroso se moría de amor por él.

Ahora debía soportar los alaridos de su hermano al escuchar música a niveles inhumanos cada vez que estaba en su casa y cada vez que estaba fuera, debía contener las nauseas frente a las constantes escenas que hacía la extraña pareja de chinos que él mismo había formado.

Su único refugio habían sido sus clases de danza en la academia "Spotlight". Claro, hasta que su jodida amabilidad disfrazada de incordio dio fin a su gloriosa paz.

-Senshine, noté que te gusta mucho el Bubble Tea.- El chino le hablaba entrecortado debido a la exigente coreografía. Trataba de recuperar el aliento apoyando una de sus manos sobre una de sus rodillas flexionadas y la otra abrazando su abdomen. -Noté que te gusta mucho el Bubble Tea ¿Quieres ir por uno después de clases?

Sehun se perdió siguiendo el recorrido de una gota de sudor que se tiró de las puntas unidas de su flequillo hasta el tobogán de su hoyuelo, donde hizo una curva y bajó por sus abultadas mejillas, su blanquecino cuello y acariciando el inicio de un marcado pectoral antes de hacerse uno con el resto de sus hermanas que oscurecían la tela de su remera gris.

Sehun también estaba agotado, pero su postura era menos exagerada que la del mayor que siempre se mostraba agotado entre coreografía y coreografía, pero que siempre tenía cuerda para bailar una pieza más. O salir de la clase cantando y moviendo el cuerpo al compás como si se burlara del agarrotamiento muscular de sus compañeros de salón.

Era curioso y de alguna extraña manera era aterrador a los ojos de Sehun. Aterrador que una persona con tanta energía estuviera detrás suyo. Le ponía los pelos de punta la manera en que siempre insistía con acompañarlo a su casa o con sacar de la galera actividades para hacer juntos.

¿Quieres patinar sobre hielo?

Lindo día para unas pizzas con cerveza

¿Te gustan las películas de acción? Tengo entradas para la nueva película del pelado

¡Uff qué calor! ¿Helado?

Y Sehun siempre se deshacía de él con excusas básicas y que cualquier ser buen entendedor o flojo comprendería como un rechazo. Y el alto casi podía apostar su virginidad que el chino no encajaba en ninguna de las dos categorías. Pero él ni apostaba ni cambiaba su estrategia, seguía hacia adelante sin preocuparse demasiado por nada.

Y lo hubiera rechazado (por principio, por costumbre o por desagrado) si su clase no hubiera sido especialmente dura hoy y si su cuerpo no estuviera clamando por líquido y sus bolsillos tuvieran dinero en lugar de pelusa. Uno, el que sea. No era sólo su preocupante obsesión por el Bubble Tea.

- Bien, Tú invitas.- Sehun pasó por al lado del mayor antes de que este pudiera asimilar sus palabras, pero aún así fue capaz de escuchar sus gritos de alegría y sus pasos sobre el piso de madera antes de sentir el cuerpo de Sehun presionando su brazo derecho.

No lo soltó hasta que llegaron a la tienda y se sentaron uno frente al otro (con la mesa en medio) a esperar sus pedidos. Quizás por temor a que cambiara de parecer ya que Yixing no tenía idea del control que los Bubble Tea ejercían sobre el más alto.

-¿Te gustaron los pasos que propuse para la coreografía de Beat?

- Mhm - Sehun deseaba tener ya su bebida para dar un sorbo a esta mirando al techo y así evitar mirar al chino que lo miraba con ojos brillantes. Y no es que lo haya mirado a los ojos en todo el día de hoy. No. Es que la mirada de Yixing siempre era así, brillante, como si fuera un niño que recibe un regalo. Brillaban aún cuando se encontraba más perdido que el unicornio azul de Silvio Rodríguez.

Caracol De Noé Donde viven las historias. Descúbrelo ahora