Capítulo 5

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-¡Dame una puta señal de que estoy haciendo algo bien!- grité mientras golpeaba la pared con la cabeza.

-¡Detende! ¡Te haces daño!- habló Jack mientras trataba de controlarme, tomó mis brazos y me llevó a nuestra recámara, me recostó en la cama, suspiró y se fue.

Estoy desesperada.
3 semanas, 3 jodidas semanas sin rastro de Elizabeth.

No sé cómo encontrarla, Annie se burla en mi cara al ver en la situación de impotencia en la que ella misma me ha colocado, jamás había sufrido de tanto estrés, debido a esto mi cabello se está cayendo, estoy perdiendo peso, mi rostro siempre luce pálido, parezco una persona muerta.

Estaba sumergida en mis pensamientos, cuándo de pronto una escalofriante idea visitó mi mente.
Una sonrisa se formó en mi cara, éste plan podría traerme a mi hija de vuelta, sin embargo, también existía una gran posibilidad de que esto resultara realmente mal, pero, ¿Qué más puedo hacer? Mis problemas están relacionados con temas sobrenaturales por lo que no pueden ayudarme.

-Annie... ahora es mi turno de jugar-

Coloqué las velas negras alrededor de donde me encontraba sentada, las encendí, sostuve la imagen de un pentagrama invertido, lo miré y lo pegué a mi pecho.

Una lágrima recorrió mi mejilla, estaba dispuesta a hacer esto por Elizabeth.

-Ante el todopoderoso e inefable dios Satán/Lucifer y ante la presencia de todos los demonios del infierno que son los verdaderos dioses, yo, Tracey Strudwick, renuncio a cualquier tipo de lealtad pasada. Yo renuncio al Dios judeocristiano Jehová, también yo renuncio a su maligno y sin valor hijo Jesucristo, y yo renuncio del loco, odioso y podrido Espíritu Santo.
Yo proclamo a Satán/Lucifer como mi único y verdadero Dios. Yo prometo reconocerlo y honrarlo en todo lo que haga, sin ningún tipo de reservación, deseando a cambio su gran asistencia para lograr mis objetivos de forma correcta.-

La cabeza me comenzó a doler, mi vista se nubló, y una neblina inundó la habitación acompañada de una carcajada maligna.

-Humana... me has vendido tu alma, ¿Qué quieres a cambio?- pronunció una voz gutural.

Mi cuerpo tembló al escuchar esas palabras... ¿Había conseguido invocar al demonio?

Sí, lo había hecho.

-Necesito su ayuda... una niña muerta, se ha llevado a mi hija y estoy desesperada por encontrarla, ¿Podría enviarme una entidad o... demonio para que luche contra ella?- expliqué cabizbaja, no me atrevía a mirarlo.

Rió macabramente.

-Trato hecho...- habló y sentí una punzada en mi corazón, un dolor profundo en el pecho.
El diablo desapareció y con él, mi alma...

Sentí mi mano arder, asustada, la miré.
Un nombre estaba apareciendo en ella, estaba siendo trazado al rojo vivo, quemando mi piel y dejando a su paso rastros de sangre.

Contuve las lágrimas, después mordí mi labio inferior para disminuir el dolor.

Finalmente, el nombre Wendigo quedó marcado en la palma de mi mano.

Rápidamente, busqué en internet esa palabra y me sorprendí al ver las imágenes que la pantalla mostraba.

Un wendigo era el demonio que estaba de mi lado... es una criatura terrorífica, no podré mirarlo sin desmayarme...
Pero ya he llegado bastante lejos para detenerme ahora, repetí en mi mente "wendigo, wendigo" e inmediatamente, sentí una presencia a mi lado, temerosa, giré la cabeza y me encontré frente a frente al wendigo, a simple vista, podría decir que mide 2 metros.
Sus ojos están sobre mí, me analiza, olfatea cada parte de mí y muestra sus afilados colmillos.

Me armé de valentía y levanté la mano marcada con su nombre, la acerqué a su largo brazo y acaricié su fría piel, pude sentir sus sobresalientes huesos.
Mi tacto no pareció incomodarle.

Mi corazón latía a una velocidad anormal, y mis piernas temblaban exageradamente, estaba concentrada en la bestia que tenía de frente, poco a poco, ambos nos relajamos, demasiadas cosas pasaban por mi cabeza y debía de hacer cada una de ellas pero ahora, la más importante era aprender su idioma.

¿Qué haré si se enfada conmigo? Fácilmente podría asesinarme...

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(Wendigo en multimedia)

Mommy, Devil Is Real (2da Temporada De Ayúdenme)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora