Dreams.

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Yoongi se encontraba acurrucado entre las sábanas de su cama. Intentaba conciliar el sueño, mas no podía. Jin, su Seokjin, se había ido semanas atrás. Una pérdida muy repentina, demasiado. Se sentía frágil, desprotegido. La muerte del mayor era para él como si le hubiesen arrancado un brazo o una pierna, o quizá más, Jin suponía para el de cabellos verde menta la razón por la cual levantarse todas las mañanas. Su sonrisa maternal, la manera tan cuidadosa con la que le trataba, las noches en las que le abrazaba por su miedo a la oscuridad mientras le besaba, prometiendo a Suga que todo iba a ir bien y que nunca se iría de su lado. Que siempre estaría ahí para él.

-Mentira.- Pensaba el pálido muchacho mientras se recostaba sobre su espalda observando al techo con la mirada perdida. Tan perdida como estaba él ahora, sin saber qué haría. Sin saber qué será de él a partir de ahora, que su soporte vital había desaparecido tan rápido como el humo de un café mañanero. Café que siempre le llevaba Jin a la cama.

¡Demonios! ¿Cuándo pararía todo eso de que absolutamente todo le recuerde a Jin? ¿Cuándo pararía aquel escozor en su pecho? Suga solo quería verle una vez más, una sola vez. Ver por última vez su perfecto rostro, sus dulces facciones y sus carnosos labios. Quería despedirse de él, no pudo hacerlo debido a que se desmayó al enterarse de la noticia. Quería decir que le quería una última vez, decirle que le quería más que a su propia persona. Que no sabría como subsistir sin él, sin sus caricias, sin sus besos. Sentía que su existencia no valía una mierda si Jin no estaba en ella. Sólo quería que al abrir los ojos, Jin estuviese ahí, diciéndole que todo va a ir bien. Que todo ha sido un mal sueño, que él nunca se fue.

Pero Yoongi sabía que eso no iba a pasar. Y rompió a llorar por undécima vez en aquel día. No sabía hacer otra cosa que eso, llorar. Llorar porque necesitaba a su hyung abrazándole por la espalda, calmándole.

Una fría caricia en su húmeda mejilla le sacó de sus espinosos pensamientos, abriendo sorprendido los ojos. Yoongi abrió la boca y más lágrimas brotaron de sus ojos, totalmente shockeado. No podía creer lo que veía.

-J-Jin hyung... -Alcanzó a decir mientras observaba embelesado lo que tenía justamente levitando encima de él. La figura era transparente y lucía exactamente como Jin, pero sin maquillaje y vestido con las ropas blancas con las que tradicionalmente se enterraban a los difuntos. Suga sabía que estaba soñando, debía de estar soñando. Que eso era producto de los antidepresivos. Pero no pudo evitar sonreír suavemente mientras la figura fantasmagórica de Jin le seguía acariciando la mejilla, sonriendo con calidez.

-Yoongi... No llores, por favor... -Pidió Jin, con voz cálida y suplicante. Yoongi ante esas palabras, se sentó en el borde de la cama. El fantasma quedó frente a él, sin dejar de acariciar la blanca mejilla del menor.

-Hyung... te amo tantísimo... Siento no haberme despedido de tí, siento no haber estado conduciendo ese coche, siento no haber sido un buen novio... Estoy tan vacío, quiero ir contigo, Jin hyung... Quiero estar junto a ti, siempre...-Sollozaba Suga mientras miraba con ojos cargados de sentimientos a la esbelta figura transparente. Algo que parecía ser una lágrima recorrió el angelical rostro del fantasma.

-Yoongi... He venido para decirte que no tengas miedo. Nada malo te va a ocurrir, ya que yo siempre estaré contigo. Siempre estaré ahí, para protegerte de todo lo malo. Como te prometí. Nunca me olvides, porque yo nunca te olvidaré a ti... -Susurró el mayor con la voz quebrada. Yoongi siguió sollozando, ahora con más fuerza, pero intentando controlar el volumen para no despertar a los demás. Pero, debajo de todo aquel dolor que se lo iba comiendo por dentro, estaba la tranquilidad de haber visto a su hyung una vez más. De haber podido decirle que le quería, una última vez.

Together. [YOONJIN] [YOONKOOK] [ONE-SHOT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora