Capítulo 24: Los preparativos de la misión

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Al día siguiente de la conversación con Horval, Barferin nos mandó llamar a todos para volver a reunirnos nuevamente en el cuartel. No teníamos tiempo que perder y debíamos planificar la estrategia a seguir, ya que, a la mañana siguiente, deberíamos partir todos hacia nuestro destino según nos habían comentado al principio, cuando nos encargaron la misión. Tenía algo de miedo de que Horval no estuviera en condiciones de hacer su trabajo, me preocupaba el estado en el que se encontraría y cómo se tomaría aquella misión. Me daba igual el resultado de la expedición, me daba igual si cumplía o no con su objetivo, lo que realmente me preocupaba era su estado anímico y mental, y las repercusiones que pudieran recaer sobre él si decidía no obedecer sus órdenes. Solo era un buen hombre teniendo que tomar la decisión más difícil de su vida en lo que parecía ser un burdo entretenimiento irónico del destino. No era justo que tuviera que pasar por algo así...

Aquel día, la iluminación de la habitación parecía estar bastante más apagada que de costumbre. No sabría decir si eran las llamas de las antorchas que apenas tenían vida o si el ambiente era tan lúgubre que hasta la luz parecía estar muerta. El silencio sepulcral se hacía incómodo, sobre todo por la imponente presencia de un Horval cabreado que no parecía haber cambiado el gesto desde la discusión del día anterior. Yo entendía sus motivos y sabía que compartiría la misma postura que él en caso de que tuviera que enfrentarme al mismo destino al que le obligaban. Mientras todos nos hallábamos sentados con la espalda apoyada al respaldo, él se inclinó apoyando sus codos sobre la mesa, cruzando los dedos de sus manos sobre las cuales reposó su mandíbula, con la mirada perdida en la nada.

Nadie se atrevía a hablar y romper aquel silencio, nadie se atrevía a mencionar nada, ni a abrir la boca aunque fuese para respirar. Y era normal que todos tuvieran el mismo pensamiento, la misma pregunta: ¿Qué era lo que pasaba por la mente de Horval? Creo que solo Barferin y yo teníamos una idea aproximada de cómo se encontraba.

-Tenemos malas noticias-dijo Barferin tras unos largos minutos en silencio, el mismo que habíamos mantenido entre todos-. Nuestros exploradores han vislumbrado a un pequeño grupo de personas armadas dirigiéndose hacia uno de los puntos que nos han encargado destruir. Por eso, el emperador ha pedido que nos pongamos en marcha hoy mismo. He tenido suerte de poder convencer al emperador de permitirnos la salida a la tarde y poder organizarnos ahora. Esta será vuestra primera experiencia como capitanes de escuadrón.

-¿Cómo que capitanes?-preguntó Garlet esperando que Barferin se explicara.

-Como caballeros tenemos el derecho de capitanear escuadrones en tiempos de guerra. Para agilizar la misión, nos repartiremos en ocho escuadrones y cada uno se dirigirá hacia un punto distinto.

-Pero nosotros solo somos seis-puntualicé.

-Hatik se sumará a un escuadrón. Dice que uno de los objetivos es de vital importancia asegurarlo. El octavo escuadrón no sé quién lo dirigirá-aclaró Barferin recostándose sobre su asiento.

-¿Yo también seré capitán?-pregunté extrañado.

-Así tendrás experiencia real en el futuro-dijo Barferin restándole importancia-. Además, nuestros objetivos son sencillos y nuestros escuadrones serán de apenas tres decenas de hombres. Hazte una idea de lo que será el trabajo.

-Si Hatik dirige un escuadrón no creo que la palabra sencillo sea la adecuada para definir la misión-dijo Garlet gruñendo.

-Eso importa poco cuando las órdenes llegan desde arriba-dijo Sig asqueado y molesto-. Pero al menos podremos decir que hemos sido capitanes-intentó bromear para quitarle seriedad al asunto.

-De cualquier modo, como bien has dicho, las órdenes vienen de arriba y no podemos negarnos-comentó Barferin-. Cada uno de vosotros, como dije antes, atacará un poblado distinto con el escuadrón que hayan asignado para esa misión. La estrategia a seguir será decisión vuestra.

El precio de la libertad: Sueños de grandezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora