atraves del espejo

Un hilo invisible conecta a aquellos que están destinados ha encontrarse sin importar el momento, el lugar o las circunstancias. El hilo puede alargarse o enredarse, pero jamas romperse.  (leyenda japonesa) 

6 de mayo

Como muchas veces antes le vi, en un reflejo frente a mi como si el tiempo no hubiese pasado. Cruce la calle sin siquiera mirar, solo me importaba el y lo tenia justo en frente. 

Llegue hasta el edificio de paredes de cristal pero ya no estaba. 

Hace tres meses que volví a salir de mi piso, cuando ocurrió el dolor era inaguantable, un instante estábamos juntos riendo y al siguiente todo lo que quedaba era sangre, nuestro coche había volcado, y mike, el simplemente ya no estaba. Se esfumo y llore, llore como jamas lo hice porque para mi el era mi mundo. 

20 de agosto

Hace ya seis meses desde su muerte pero a día de hoy aun soy incapaz de visitar su tumba, pienso que si no voy, el puede aun regresar conmigo, como si de una pesadilla se tratase pero aquí estoy otra vez, riendo frente a una pared de cristal, por que persigo un imposible. Algo nunca volverá 

La noche callo en la ciudad y yo me dirigí hacia mi piso, por el camino cruce frente a su antigua casa y como cada vez que esto ocurría volví a asomarme por la ventana, esperando encontrarle pero en su lugar solo había una familia desconocida para mi. Desde el accidente apenas hablo con nadie, ni mi familia, ni mis amigos, prefiero estar sola. Me sentí tentada de llamar al telefonillo y preguntar por el pero, la realidad me aplasto en ese instante. El se fue. Continué mi camino recordando aquellos previos momentos.

  (flasback)16 de febrero 

La carretera estaba tan oscura como una noche sin luna; la únicas luz eran los faros de mi viejo impala y unas pequeñas estrellas renuentes de abandonar el negro firmamento.

-¿Por que no te mudas ha mi piso?- Dijo Mike con un leve sonrojo, siempre le pasaba, dos años y esos detalles no habían cambiado, al igual que esa tormenta que no cesa en ni estomago.  

-Con una condición- Susurre, el conocía mi pánico al compromiso -quiero despertarme cada día entre tus brazos-

-No lo permitiría de otra forma - sonrió y tomo mi mano. 

-En ese caso, después del viaje me mudare - 

Entonces abrí los ojos y caí en la cuenta de mi triste realidad. Descendí los cinco escalones que me separaban de la calle, mientras las lágrimas brotaban de mis ojos y con paso lento continué el camino hacia mi casa, tan cargada de recuerdos tristes y felices.

Me tumbe sobre la cama estaba cansada, mucho, pero no sentía la necesidad de dormir, extraño, antes era uno de mis mayores placeres, antes del accidente . Y así comencé ha divagar hasta sumirme en un profundo letargo.

21 de agosto

Me desvele al amanecer el sol se colaba por la ventana, los cálidos rayos calentaban el ambiente. Un cosquilleo sobre mi, esas eran todas las sensaciones que podía percibir.

Los recuerdos se agolpaban en mi cabeza una y otra vez le echo de menos 

2 de septiembre  

hoy es el día de decir adiós se que no te podre olvidar pero necesito seguir adelante.

Salí de mi apartamento, cualquiera que lo viese pensaría sin duda que nadie lo habita desde hace mucho. Cerré la puerta y camine, cada paso dolía, sabia que era el final y eso me desgarraba el alma. Paso tras paso, una calle, una manzana y al fin llegue, el cementerio. Camine de un lado hacia otro en busca de la tumba pero no la lograba encontrar. A lo lejos vi un grupo de personas, todos lloraban una mujer lanzo una rosa roja sobre el ataúd y comenzó a llorar sobre el hombro de un chico joven, el cual contenía las lágrimas, y al fondo alejado de todos en un banco un anciano que sonreía con nostalgia, aunque nadie reparaba en el.

 Seguí caminando en busca de la lapida pero no la encontré, en su lugar estaba el, frente a mi, estaba vivo. No me lo podía creer, llevaba un ramo de rosas rojas y estaba llorando. No me vio, paso por mi lado, pero no me vio. ¿Como es esto posible?, Volví a cruzarme delante de el, pero ni siquiera me miraba - !Por favor mike mírame¡ prometiste que no me dejarías- lloraba, pero el no lo notaba, en ese momento vi la inscripción en la tumba: 

    Reichel Lightwood   

          06-05-1992

          25-02-2014

Entonces el rompió a llorar y por fin lo comprendí el no estaba muerto, yo si.

Dejo las rosas en mi tumba y con ellas una nota. 

Algún día nos reuniremos de nuevo quizás en otra vida o a lo mejor en la muerte porque las almas que realmente se aman siempre vuelven a encontrarse mientras tanto mi amor viviré por los dos como tu hubieses querido, cada noche antes de dormir buscare tu reflejo a través de mi espejo y sabrás que estoy pensando en ti. 

Ahora entiendo por que nadie veía al anciano, era como yo un fantasma atrapado.