BORRADA (Incluye Soundtrack)

CAPÍTULO CINCO

No Puedo Moverme

Nuevamente, estoy en este extraño sueño, todo es absolutamente raro. Estoy en una cama como las que hay en los hospitales. Todo me da vueltas. Es nuevamente la misma sala que vi en el otro sueño, aunque mirándola bien parece más una sala de operaciones. Veo a médicos con largas batas blancas como las que usan los científicos. Hay muchos aparatos a mi alrededor. Hay enfermeras con vestidos de color azul y blanco. Siento un terrible ardor en mi pecho.

Alguien dice:
—Doctor, la joven se está despertando.

Un doctor con una apariencia algo mayor (como de unos cincuenta años) le dice:
—Hagan que duerma de nuevo.

Veo a quien ha hablado antes es una enfermera joven de cabello negro, está vestida del mismo tipo de traje que usan las demás enfermeras, pero la diferencia es que su vestimenta es blanca y lleva una pequeña placa color oro por debajo del hombro. No reconozco la figura del broche o placa que tiene la enfermera. Todos llevan tapabocas. Ella le responde al médico:

—Peter, ese no es el problema... —El doctor, que antes estaba mirando una pequeña libreta, la mira y le dirige toda su atención dejando la libreta en la mesa— su corazón se está deteniendo... Si no hacemos algo ella morirá.

Él le dice:
—Hay que empezar con la operación lo más antes posible.

La enfermera lo interrumpe:

—No la aguantará, tenemos que fortalecer el corazón.

A todos les dice:
—Tendremos que fortalecer el corazón de la joven antes de la operación, y tenemos que actuar rápido o si no morirá.

Todos actúan rápido, El doctor dice:
—En un momento haremos la operación, primero tenemos que hacer que su Corazón valla más rápido... Suministren epinefrina— Siento un pinchazo. Arde como una quemadura que se va expandiendo en mi interior. Quiero gritar, pero no puedo. No puedo hablar ni moverme. Sólo puedo oír y sentir este doloroso sufrimiento.

Ya no siento nada, sólo puedo ver por un pequeño espejo que me están operando, pero aún siento el ardor casi como una quemadura, pero ahora en mi pecho. Todo se pone oscuro y nublado de repente. Creo que he de estar muriendo en la vida real para que sueñe esto. Creo que una forma de expresar que mi corazón falla y puedo morir en cualquier momento. Cada vez es más difícil respirar. Cada vez todo se vuelve más oscuro hasta que todo es tan negro que no veo nada. De repente todo se vuelve luz y mi vista regresa, pero veo partes de cielo, como si estuviera tirada en el suelo, mirando hacia arriba. Es casi como si el sueño se hubiera descompuesto pues puedo ver el cielo que antes mire al salir de mi casa. El cielo se deshace y el ardor se hace cada vez más profundo, hasta que el doctor dice:
—La operación ha sido un éxito. Duérmanla otra vez.

Entonces la enfermera que había visto antes abre su boca mientras me mira y pronuncia estas palabras al doctor:
—Peter, la chica no ha visto, escuchado o sentido nada de la operación ¿verdad?

—¡Claro que no ha sentido nada! ¿Por qué lo dices? —responde el doctor.

—Es que, durante la operación me ha parecido que ella movió los ojos, y le salió una lágrima —menciona la enfermera.

—Todo este tiempo siguió atrapada allí adentro, no pudo sentir nada de nada —responde el doctor— Póngala otra vez en la capsula.

Todo se pone extremadamente oscuro otra vez y me levanto del suelo. Me vuelve la mente en mí. Mi primer pensamiento es Christian, mi segundo pensamiento es Rosette. No la veo por ninguna parte. En mi mente sólo reposan dos pensamientos encontrar a Rosette y saber que era el extraño ruido que nos llenó de esperanza a mí y a Rosette. Posiblemente sea de quien causó todo este desastre. Pero aun así tengo que averiguar de quién se trata. Y encontrar a todos y ahora también a Rosette. Creo que está vez sí que estoy por mi propia cuenta y sin compañía. ¿Dónde estarás Rosette?