Despues de un tiempo, salimos de la fuete y Alex me llevo a comprar un helado el cual por cierto me embarró en la cara. Hablamos sobre muchas cosas, el tiempo transcurría demasiado rápido con él, y cada minuto deseaba que el día no terminara.
Como a las 6 de la tarde me agarro de la mano y me jalo, dijo que regresáramos a casa. Empezamos a correr agarrados de la mano, no tardamos mucho en llegar, le dije que pasara, al inicio no acepto pero yo no tomaría un no por respuesta, así que entramos. Al llegar mi madre estaba en la cocina con una bata, buscando algo en el refrigerador, cuando abrimos la puerta nos volteo a ver y subió corriendo a su cuarto, era demasiado infantil, pero me daba tanto dolor verla asi, tenía los ojos hinchados, estaba segura que se la pasaba llorando en silencio todo el día, y lo que mas me molestaba era que no tuviera la confianza de pedirnos apoyo.
Alex me veía de reojo, supongo que imagino lo que pensaba, me apresure a cambiar mis pensamientos y mi cara y subí a mi cuarto, mi hermano no estaba en el suyo, ni en la sala y mucho menos en el baño, si soy sincera se me hizo muy extraño pero me alegraba pues podía estar con Alex en paz.
Baje trotando y me senté en el sillón con él, nos miramos a los ojos unos segundos y me besó, yo lo avente jugando y luego lo atraje hacia mi. No quiero sonar cochina o algo parecido. Pero besaba tan bien que no me daban ganas de separarme de él. Pero obvio que el beso debía terminar en algún momento, me hice hacia atrás y Alex igual, después le dije que viéramos la tele pero me dijo que no, que jugáramos algo. Okey, debo ser honesta, Alex empezaba a sonar muy infantil.
-Mmm ¿Que quieres jugar? - le dije un poco desanimada y desconcertada. No pude evitar el tono de disgusto, pero Alex lo ignoró
-¿Que juegos tiene?- me dijo mientras sonría, parecía disfrutar mi disgusto y "sufrimiento"
-No, lo sé porque no los buscas y escoges tu- a final de cuentas todos se me hacían absurdos. Le dije en donde estaban, el closet era un caos y yo lo sabía, tal vez, sólo tal vez lo hice a propósito pues sabía que no iba a ser tan fácil encontrar un juego y se tardaría un buen tiempo.
Mientras el llegaba decidí encender el televisor, y para mi mala suerte no había nada interesante. La apagué y apoye mi barbilla en mi mano derecha con el puño cerrado, alcé los ojos al cielo y me quede viendo a la nada, pensando que tal vez con un juego de niños este día perfecto podía ya no ser tan perfecto. ¡Es que por Dios, tenemos 17 años, no 5!
Varios minutos después Alex llego con una caja en la mano, se veía muy emocionado, demasiado diría yo. La caja tenia en un costado con letras rojas la palabra Twister, ese juego nunca me había gustado, ponía a prueba mis habilidades y yo era un fracaso. Alex puso la caja en la mesa de centro y se sentó a mi lado, yo me quede viendo a la caja fijamente, maldiciéndola por dentro, ojala y me escuchara ese maldito juego..! Cuando termine de insultar a la cajq en mi mente, volteé a ver a Alex
-No se cual es mi brazo derecho le dije- no quería que sonara como broma pero fue exactamente como sonó. Él echo la cabeza atrás y soltó una carcajada. Entonces si así es, en unos momentos estaría jugando Twister.. Que emocionante...
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No fue una casualidad
Teen FictionAle esta confundida, se siente sola cada momento de su vida. ¿Su madre? No es la mejor madre del mundo, y no quiere aceptar que le duele la partida de su esposo ¿Su hermano? Sólo la fastidia, es menor que ella pero no soporta sus estúpidas bromas ¿...