Capitulo Unico

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Hemos desembarcado en una nueva isla por órdenes de Nami, nos separamos en pareja y a mí me tocó ir con Sanji, hace un tiempo que siento algo por él, aunque no pienso en confesarme es más que obvia la respuesta, a él le gustan las mujeres además no quiero perder nuestra relación odio/amistad eso sería demasiado para mí, me conformo con verlo de lejos, con tener contacto cuando peleamos, llamar su atención por cosas tontas, por ser una de las personas que lo saque de sus casillas, me encanta todo de él.

-Oe marimo

-Que quieres cejas de sushi

-Quieres pelea alga

-No me provoques, porque si te corto en pedacitos será tu culpa

-JA como si pudieras marimo

-Pruébame

-Con gusto-dice de forma lasciva el cocinero

-Eh- me sorprendo por la actitud de Sanji, no es normal.

Mientras yo me encuentro en shock él se me acerca lentamente, y acerca tanto nuestros rostros que creo que si me acerco un poco más lo podría besar.

-Que estás haciendo cejillas- digo mientras él dirige su cara a mi cuello.

-Probándote, como me dijiste- y el muy.... Me lo dice mientras lame y le pega un pequeño mordisco a mi cuello.

-Sabes que no me refería a eso- mi cerebro me dice que lo apartara que esto era un error que lo pagaría caro, pero mi cuerpo no me lo permite quiere que el sigua así de cerca, que él me pruebe todo lo que quiera, que haga de mi un desastre, en este momento las consecuencias no me importan, quiero probar hasta donde llega su broma, hasta donde puede seguir porque sé que él no lo disfruta ni una quinta parte de lo que lo disfruto yo.

-mmm.... Pero esta manera es mejor no crees- cuando me dijo eso creí que moriría, me miro a los ojos y encontré en ellos deseo, o será que el azul de sus ojos solo reflejaron los que sé había en los míos.

Si alguien me hubiera dicho unos minutos antes que Sanji me estaría besando tan desesperadamente como lo hace ahora, juro que lo hubiera partido en pedacitos por burlarse tan descaradamente de mí y le diría que ni en sueños eso sería posible, pero cuan equivocado estaría.

-Cocinero qué diablos haces, sabes te estás pasando con esta broma

-Yo no bromeo marimo, sé que lo deseas no te resistas.

Así que es eso, el descubrió lo que siento por él, ya sabía que no podía ser tan bueno siempre- desde cuándo- le pregunte.

-Desde hace algunos meses- dijo en tono algo bajo.

-Tks...- parece que al decir esto presione algún botón de tristeza en el cocinero porque bajo su cabeza, está deprimido acaso, el que debería estar deprimido aquí soy yo, es decir saben mis sentimientos, no son correspondidos, me juegan una broma tan pesada, y lo peor de todo el tipo que me gusta *qué raro pensar eso* solo quiere reírse de mí.

-Yo sé que... no son correspondidos pero me gustaría... reírme... lárgate... por favor- dijo en susurro, y lo único que pude entender fue eso, que quiere decir eso, acaso quiere que me vaya para reírse de mí.

(Yo sé que mis sentimientos no son correspondidos pero me gustaría que me dieras una oportunidad, sabes quiero reírme de esta situación, no me digas lárgate y que me tienes asco, por favor. Lo que dijo Sanji)

-Explícate porque quieres eso.

-Es que acaso no entiendes- dice levantando su mirada, sorprendiéndome al ver unas pequeñas lágrimas en su rostro.

HubieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora