Un FF algo diferente y después de tanto tiempo traigo otro LindyxPrecia porque la vida es bella y yo la hago aún más bella (?)
Como siempre esto está escrito con mi teléfono móvil (mientras se supone que yo debería estar durmiendo) así que hay dedazos o trolleadas del auto-corrector serán corregidas mañana porque bueno... Les digo, se supone que estoy "dormida". Aun así espero que disfruten :)
— ¿Bailas? —Esa fue la única palabra que dejó sus labios sin que ella supiera que la receptora sabía todo lo que le había costado esperar formar esa pregunta.
Lindy Harlaown, una mujer de ya entrados veintiún años decidió salir con unos cuantos amigos a tomar unas copas y quitarse el estrés que la universidad le estaba poniendo encima sin dejarle escapar. Nunca imaginó que conseguiría más estrés del que se quitaría.
A decir verdad, ésta mujer de altura pronunciada al igual que su cuerpo de vivos ojos esmeralda y cabellos de un jade más obscuro no era muy fan de salir, ella era de esas personas para nada turbías que prefería quedarse en casa leyendo un libro en relajante silencio en lugar de pasársela por horas agitando el cuerpo como estúpida llena de sonidos estridentes. Por estas razones los sorprendió a todos cuando aceptó ir con ellos a la discoteca.
A diferencia de Letty o Graham (quienes eran sus mejores amigos) ella no era de armar mucho espectáculo, se sentó en una de las barras del lugar y pidió unos ligeros tragos haciendo charla con los chicos que se le iban acercando, todo normal, nada salía de lo ordinario hasta el momento en que su mirada quedó prendada a una chica unas cuantas mesas más allá de su ubicación.
Esa mujer era nada más y nada menos que Precia Testarossa, una mujer con cierta aura oscura que hacía recapacitar a cualquiera diez veces antes de acercarse, y claro, nuestra querida Lindy no fue la excepción. Le tomó a la peli-verde varios minutos salir de su estupefacción causada por la belleza de aquella mujer de ojos amatistas y cabellos en una escala grisácea que se combinaba con el violeta; simplemente por el hecho de que la mujer en cuestión había abandonado su lugar en la mesa dispuesta a ir a la pista baile. Lindy no lo supo en ese momento, pero un extraño pero bello amor hubo de florecer.
— ¿Quieres ir a la discoteca de nuevo? —Pregunto Graham bastante sorprendido ante la petición de su amiga Lindy. La chica asintió ligeramente avergonzada con una sonrisa nerviosa—Como quieras, ya nos acordamos más tarde—Se encogió de hombros, era algo que adoraba de ese hombre, que podía ayudarle con la mínima información confiando en ella sin hacerle ninguna pregunta.
Ésta vez fue diferente a la anterior, se arreglo con algo de esmero, la vez pasada había ido bastante desarreglada, no llevaba propósito alguno de ligar y si por ella fuera que no se le acercara a nadie, pero ahora... Ahora solo quería causar en aquella mujer lo que le había causado.
Se maquillo ligeramente así no lo necesitara y después de una larga meditación se puso unos jeans ajustados junto a una camisa azul que contrastaba claramente con el verde natural emitido por ella, por si las dudas llevó igualmente una chaqueta en caso de que enfriara y ya a medio camino recordó que estaban en verano. Sí, la Harlaown es algo distraída.
Cuando entro al lugar, sin disimulación alguna, buscó a aquella chica de bien formadas caderas y busto providente con la nariz más fina y delicada que había visto en su vida. Como era de esperarse no la encontró.
¿Qué? ¿Esperabas que la encontrara así nada más? Está bien que esto es un Fanfic y no está de más ser fantasioso pero tampoco exageres.
¿En qué estaba? ¡Ah ya! Como decía, esa noche Lindy no fue capaz de encontrar a Precia Testarossa así se la pasara vigilando la puerta, aunque eso no significaba que Precia no estuviera allí.
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Dulce Espera
FanfictionLindy Harlaown, una mujer de ya entrados veintiún años decidió salir con unos cuantos amigos a tomar unas copas y quitarse el estrés que la universidad le estaba poniendo encima sin dejarle escapar. Nunca imaginó que conseguiría más estrés del que s...