Una intrusa en mi dibujo

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Me quedé mirandolo, contemplando aquél dibujo tan increíblemente perfecto que me había hecho, me pareció un retrato precioso, dos siluetas con sus labios unidos en un apasionado modo de expresar tus sentimientos. El mejor dibujo que había visto en toda mi vida. Pero como bien sabéis, el amor es ciego.
Pasaron los meses y lo nuestro terminó, tomé ese dibujo con cautela, aunque las manos me temblaran, lo miré fijamente, me vi a mi, vi la manera en la que me dibujó.
En el dibujo mis caderas eran más anchas, mi pelo era más claro, mi altura era mucho mayor, prácticamente éramos igual de altos, cuando realmente yo era mucho más menuda y bajita. Ahí me di cuenta, descubrí qué era aquella silueta que besaba a quién había sido el amor de mi vida. Esa silueta tenía nombre, el cual no quiero mencionar, era el cuerpo y el alma de su exnovia.

Bloody Sweet MemoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora