Capitulo 4

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Capitulo 4
Días De Placer Prohibido (Parte II)

Gaara rasguñaba la corteza de un árbol mientras que un rubio realmente excitado lo penetraba, Gaara jadeaba y gemía como nunca en su vida lo había hecho y se aferraba al árbol con sus brazos, rodeándolo y rasguñándose un poco su piel pálida con el tronco roñoso debido al movimiento que Naruto hacia. Sus cuerpos estaban ligeramente brillosos debido al sudor que resbalaba por su piel, mezclándose con el sudor de su acompañante y disfrutando de la noche.

Mientras que muy cercas de la frontera, una chica de cabello corto hasta los hombros, castaña y ojos negros observaba todo a su alrededor, pero detuvo su vista cuando vio a alguien. La chica que fue discípula del joven Kazekage se acerco un poco más.

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—Oh... Por dios... —Expreso Matsuri al ver el desastre de una posible batalla, se acerco a inspeccionar el desastre.

Pero no le tomo mucha importancia, ya que parecía el resultado de una pelea entre animales y no humanos, Matsuri se fue a seguir buscando al Kazekage, viendo el cuerpo que había observado al principio, se trataba de Yukata, su compañera, quien también buscaba al Kazekage. Y escondido entre un tronco y unas piedras, se encontraba un collar. El cual, Matsuri no vio. Tsunade buscaba y buscaba, igual que los demás equipos, sin embargo nadie sabía nada, no encontraban nada, era como si la tierra se los hubiera tragado, ni el Byakugan de los Hyuuga, ni el olfato de los Inozuka, ni los insectos de chakra de los Abúrame podían encontrar a los chicos desaparecidos.

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Después de un rato de pasión desenfrenada, ambos chicos se encontraban acostados, un pelirrojo descansaba sobre un rubio de piel acanelada que tenía sus brazos detrás de su cabeza y observaba las estrellas, Gaara después de mucho tiempo de no dormir como se debía, por fin pudo hacerlo, y se sentía bien, ya que, con Naruto era con el único con el que podía dormir bien y se sumergía en un mundo de sueños fantasiosos, mientras que Naruto respiraba profundo y dejaba salir el aire por su boca, sintiendo un extraño cosquilleo por la respiración de Gaara sobre su pecho, aun así, no era molesto, de hecho, le resultaba agradable.

En más de una ocasión quiso preguntarle si quería volver con él, pero... ¿Para qué engañarnos? Le aterraba que Gaara pudiera decirle que "No" y se fuera, estaba disfrutando de esos días, y quería seguir disfrutándolo toda la vida, pero si Gaara se negaba, eso sería imposible. Y puede que no lo pareciera, pero Gaara era más terco de lo que parece, recordaba cómo era que Gaara lo rechazaba, y aun no se podía creer todo lo que hizo con tal de que Gaara tuviera una cita con él, incluso una vez, lo secuestro para que comiera Ramen junto a él.

El dulce y tierno ronroneo de Gaara hizo que Naruto lo viera y acaricio su pelirroja cabellera, Naruto se dio media vuelta con cuidado de no despertar a Gaara, colocándose ambos de lado, Naruto abrazo a Gaara de la cintura y Gaara paso instintivamente su brazo por la espalda del rubio y una pierna sobre la de su acompañante, quedando ambos entrelazados, Naruto no dejaba de pensar en eso, quería seguir con Gaara, lo amaba y no lo podía negar, si Gaara volvía, volvería a ser él mismo, pero ¿Cómo lograr que Gaara volviera? ¿Volver a conquistarlo? Justo ahora las cosas serian más complicadas, Gaara era el Kazekage, ya no tenía tanta libertad como antes, y aunque se fuera a vivir junto con Gaara en Suna, Gaara podría enviarlo a muchas misiones a la vez con tal de ya no verlo, simplemente las cosas no podían ir peor ¿O sí?

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Derrotados por no encontrar ni una sola pista, todos los equipos regresaron a la aldea, incluyendo Tsunade, no se podían creer que no pudieron encontrar a dos personas que destacan tanto, como sea que fuera el caso, la mitad de los equipos se fueron a descansar, y la otra mitad seguirían despiertos hasta que los otros estén repuestos, era de madrugada, los primeros rayos del sol golpeaban los arboles y las montañas más altas, y Tsunade no tenía ni una pisca de sueño, quería seguir buscando, y así lo hizo. Tsunade no dejaría que la vida le volviera a arrebatar a sus seres más amados, no sin hacer nada, la historia no se repetiría.

La prueba De Las Palabras (Pausado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora