I'm Proud Of You

El mayor logro de mi vida

Había llorado a mares, como los bebés, pero no me sentía avergonzado ya que dije que lo haría, el que avisa no es traidor, aunque admito que no esperaba hacerlo tan fuerte.
Busqué a mi familia con entusiasmo porque por fin habían venido a verme, cuando los localice hice una reverencia completa frente a ellos, tal vez su comportamiento no fue el más agradable pero estaba agradecido por ellos igualmente, eran mi familia. Sin embargo no fui capaz de levantarme, mis propios sentimientos me lo impedían, mi corazón llegó al punto en el que se negó a ser egoísta con mis ojos y les dejo llorar todo lo que quisieron, y fue mucho, porque durante tres años me he estado reservando... verdad es que siempre se me escapan algunas lágrimas pero para nada es lo mismo.

Sentía a mi cuerpo agitarse por el llanto, escuchaba a ARMY gritando su amor a los cuatro vientos y percibí como alguien pasaba sobre mí con sumo cuidado y distancia, no supe quién era hasta que sentí su tacto.
Jimin. Tan único en todo.
Su mano bajó por mi espalda para consolarme y entonces su dulce voz llegó a mi oído.

-¿Estás bien, cariño?

Asentí como pude, pero se debió ver igualmente como más llanto porque continuó acariciándome.

-No te preocupes, ellos están muy orgullosos de ti, todo el mundo lo está -susurró con ternura -Venga, te prometo que esta noche te doy mimitos, ¿vale?

Y esa fue su sentencia, porque el martillo del juez cayó con ello dictaminando que debía amar a aquel chico para toda la eternidad.

*****

Estábamos de vuelta en casa, todos estaban aún muy emocionados, Seokjin mantenía en sus brazos a JungKook mientras Namjoon iba a buscar el vaso de leche nocturno del menor, eran como unos padres primerizos con su bebé, Hoseok hablaba con Taehyung sobre sus padres, se le notaba preocupado, será lo que tiene estar con tus suegros.

-Yoongi hyung, ayúdame, me duele todo el cuerpo

Jimin estaba tirado en el sofá con cara de cansancio, me acerqué a él y le levanté, ni en broma iba a dejar que le vieran desnudo más de lo que ya lo hacían, lo arrastré hasta nuestro dormitorio y le dejé caer sobre la cama. Mis manos abrieron los cordones para retirar las deportivas y subieron hasta la cintura, la goma de los pantalones no dio trabajo alguno ya que se deslizó por el cuerpo sudoroso de Jimin, la polera salió de un tirón y entonces mi bebé quedó en ropa interior.

-Voy a ponerte el pijama, debemos cenar antes de dormir
-No hyung, no tengo hambre
-Eso es por la euforia, pero cuando se te pase estarás hambriento
-Entonces te comeré a ti

Jimin giró cual croqueta antes de meterse dentro de la cama como las orugas, algo que me dejó apreciar su bello trasero, tornó para mirarme y sin darme cuenta ya estaba encandilado de sus ojos, abrió la cama para que tumbara, y no lo dude.

-Te prometí mimitos y soy un hombre de palabra
-Tú no eres un hombre, casi no llegas a chaval -bromeé
-Entonces hyung es un pederasta -sonrió -pero hoy hyung puede ser lo que quiera

Jimin se subió encima de mí quedando sobre mi cadera, sus manos retiraron mi sudadera muy lentamente ya que se paraba para apreciar cada centímetro de piel, me preocupó que tuviera frío así que lo envolví con la colcha mientras él seguía en lo suyo, abrió mis vaqueros y los deslizó por debajo de él, me miró a los ojos mientras tomaba mi cara entre sus manos y juntó nuestras narices.

-Primero inflaré tu ego

Una sonrisa amaneció en mis labios, me encantaba que me doraran la píldora, sobretodo mi pequeño.

-Yoongi hyung es muy guapo, tiene un cuerpo perfecto, el Thor ese debería de envidiarte; su voz puede ser la cosa más linda o porno del mundo -susurró mientras acariciaba mi rostro estando acostado sobre mí -Tiene mucho talento, sin duda sus canciones son las mejores; es el orgullo de Daegu, probablemente la cosa más importante del lugar; su sonrisa provoca ataques diabéticos a cada segundo y su cara sensual deja embarazadas a una media de 10.000 ARMYs al minuto

Mis brazos rodearon su espalda, giré quedando sobre él, su risa llegó a mis oídos provocando millones de escalofríos en mi cuerpo.

-Vale, veo que ha tenido suficiente -sonrió -Ahora... ¿qué tal un masaje para esos músculos?
-No, me excitaré, y a pesar de lo mucho que quiero hacerte el amor a cada segundo, me prometiste mimitos
Jimin sonrió adorablemente, sus manos repasaron cada centímetro de mi piel, me apoyé en su pecho igual que un bebé durmiendo sobre su padre y dejé que el latido de su corazón me tranquilizara, sus dedos pararon sobre mi espalda para hacerme cosquillas, era algo masoquista el amar esos fuertes escalofríos pero yo lo hacía, su voz entonces se elevó al cielo y comenzó a cantarme una nana.

-¿Sabes de lo que más orgulloso estoy en mi vida, Jimin?
-De tu trabajo, de tu cara, de tu dinero, de poder reparar todas las cosas que rompe Namjoon, de ser super paciente con esos maknaes, de su voz.... ¿he acertado ya?
-No -reí -para nada
-Entonces dígame hyung
-No me llames así, no me gusta... salvo cuando vamos a hacer eso
-Vale, pervertido -sonrió -Dímelo Yoongi, anda, dímelo

Tomé su cara entre mis manos, besé su frente, su nariz, sus ojos, sus mofletes y sus labios.

-De ser el hombre que tu amas, Jimin, porque tú eres mi mayor logro en esta vida