14; Aún así.

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-Lo siento...- apenas se escucho el delicado susurro entre los labios de Lizzy. Todo estaba en silencio en la oscuridad de la cálida habitación.

-No tienes porque- contestó en el mismo tono Steve, sin mover ni un músculo de su lugar, indeciso de tomar acción-. Yo soy él que debería disculparse...-

Elizabeth respiró profundamente mientras admiraba la figura de su esposo en la oscuridad. Estaba tan asustada de lo que se aproximaba, que no sabia como responder, o peor a un, no sabia como lidiar con el dolor que poco a poco se acumulaba en su pecho.

-¿Por qué nunca lo dijiste antes? Es eso lo que no comprendo- murmuro la castaña, mientras jugaba nerviosamente con el anillo de oro en su dedo anular-. ¿Por qué nunca dijiste que no eras feliz?

-Porque lo soy- contestó seguro él capitán, girando para observar el rostro de su amada esposa-. Soy el hombre mas feliz del mundo desde que decidiste aparecer en mi vida Lizzy...-

-¿Y por qué quieres volver allí?- preguntó al borde de las lagrimas la muchacha de mirada azul-. ¿Por qué permites que te alejen de mi?

-Lizzy...- Steve limpio cuidadosamente las lagrimas que recorrieron intrépidamente las mejillas de ella, sintiendo como el sentimiento de vacío remplazaba el lugar de su corazón-. Es todo lo que he hecho en mi vida, no soy mas que un soldado.

-Eres mi Steve...- sollozo Elizabeth al mismo tiempo que se escondía en su cálido pecho-. Eres un magnífico esposo y el mejor padre.

Steve respiró profundamente conteniendo el dolor, pero poco a poco se estaba dejando vencer.

Pocas veces se había sentido así en su vida; luego de la muerte de sus padres había querido gritar a los cielos para dejar ir el dolor, pero se contuvo; cuando le había repetido una y mil veces que no era suficiente para defender a su país había querido golpear la pared hasta que su cabeza sangraran, pero se contuvo; al ver caer a Bucky desde el tren había querido saltar tras él, pero se contuvo; todas esas veces se había contenido por una única y exclusiva razón, Lizzy estaba junto a él para apoyarlo y darle todo su cariño para sanar las heridas.

Pero habían habido otra veces en las que se había permitido ser invadido por el dolor; al despertar en una época completamente diferente, saber que estaba completamente solo, cuando vio la fotografía que Fury había encontrado reviviendo todos esos dolosos recuerdos, el saber que la habían traicionado, en todas esas oportunidades Steve se había dejando vencer solo por una razón, Lizzy ya no estaba junto a él para amarlo.

Y ahora, que nuevamente la tenía a su lado, sentía que volvería a perderla, aún cuando ella lo amaba con todo su corazón como él también lo hacía, aún cuando James los unía por el resto de sus días, aún cuando tenían todo un futuro por delante, sentía que volvería a perderla y dejaría nuevamente que el dolor lo tomara, y sobre todo, sabía que no lograría soportar perderla otra vez, pero aún sabia todo eso, necesitaba ser nuevamente en Capitán América y mantener a salvo a su país.

Si no lo hacía por él, lo haría por James y Lizzy, para que jamás tuvieran que vivir lo que él durante la guerra.

-Te amo Lizzy, eres lo mejor que jamás me ha pasado en la vida- susurro él contra los labios de su esposa-. Tú y James son la razón por la cual sigo con vida... Y jamás... Jamás poder agradecerte lo suficiente por hacerme el hombre más feliz de vida y darme esta vida perfecta...-

-Yo también te amo- contestó Lizzy suspirando-. Y voy a amarte por el resto de mi vida, aún si ya no estás a mi lado para dejarme amarte, aún si estás a cientos de kilómetros lejos voy a amarte como el primer momento... Siempre voy a amarte.

Believe |Capitán América/Steve Rogers|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora