Capitulo 1

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"Buenos días, preciosa", Lauren sonrió mientras entraba a la habitación que estaba llena de un caliente brillo provocado por el sol que comenzaba a asomarse fuera y se colaba por los agujeros de las cerradas persianas. "¿Sabes que día es hoy?", preguntó, mirando con amor a los grandes ojos marrones que la observaban.

"Escuela", la voz respondió adormecida, igualando la sonrisa de Lauren.

"¡Correcto!", respondió Lauren emocionada, agachándose cerca de la cama. Agarró a la pequeña morena y la llevó en brazos. Lauren no podía creer que hoy fuese el primer día de su hija en preescolar. Era cierto que los niños crecen demasiado rápido y ella lo estaba presenciando de primera mano a través de la nueva y emocionante perspectiva de ser madre. Lauren acarició el pelo de la pequeña cabeza que descansaba en su hombro, y se alegró de que aun fuese así de pequeña para poder agarrarla así.

"¿Qué deberíamos desayunar, cariño?", preguntó Lauren, sentando a la pequeña niña en la silla cerca de la larga mesa de la cocina.

"Gofres", respondió la suave voz, formando una sonrisa que mostraba sus dientes mientras frotaba sus ojos.

"¡¿Gofres?!", exclamó Lauren dramáticamente, llevando las manos a sus caderas. "No sé, parece mucho trabajo. Puede que necesite un poco de ayuda..."

"¡Yo puedo ayudar, mami!", respondió la pequeña ansiosamente, levantando la mano; ahora completamente despierta.

Lauren colocó una silla a su lado frente a la encimera y la niña rápidamente se deslizó por la habitación, trepando por la silla con una sonrisa de orgullo en la cara. Sus ojos se iluminaron cuando vio a Lauren echar la mezcla y después agua en un gran bol antes de entregarle una cuchara de madera, la cual aceptó emocionada antes de insertarla en la masa.

Ambas morenas levantaron las miradas de lo que estaban haciendo cuando escucharon la puerta abrirse. Una sonrisa apareció en sus labios cuando vieron a una cansada chica de pelo oscuro andar hasta la cocina.

"Buenos días, Lauren", sonrió, entrecerrando los ojos por el brillo de la cocina. "Y buenos días a ti también, Laney", añadió, caminando hasta la niña para deshacer su pelo y darle un beso en la cabeza.

"¡Mani, estoy haciendo gofres!", dijo Laney emocionada, agitando en el aire la cuchara que había usado para mover la mezcla y accidentalmente lanzando parte de ésta a las tres chicas. Ésto provocó la risa inmediata de la más pequeña y las otras dos no pudieron evitar sonreír por cómo de adorable era la niña.

"Parece que tendré que ir a la ducha", Normani rió, murmurando cuando comenzó a moverse de nuevo.

"Duro, ¿verdad?", Lauren provocó cuando se alejó de Laney para buscar algo entre los armarios que estaban detrás de ella.

Normani la miró directamente, pero sonrió agradecida cuando vio a Lauren sacar un bote de aspirinas.

"Tómate éstas", dijo Lauren, entregándole un par de pequeñas pastillas. "Los gofres estarán listos cuando salgas. ¿Y quizás algo de café?"

Normani asintió antes de girarse para desaparecer de la cocina dirección al piso de arriba para darse una ducha muy necesitada.

Lauren volvió a donde su hija estaba, roció la plancha con un líquido para que los gofres no se pegaran a ésta y después puso la masa. La pequeña descansó la cabeza sobre su mano mientras observaba impaciente, esperando a que el gofre estuviera listo. Repitieron éste proceso varias veces hasta que tuvieron un plato lleno de dorados y mullidos gofres. Ambas se sentaron en la mesa para comer y Lauren miraba con una sonrisa en la cara como su hija empapaba su gofre con sirope, y observaba como el líquido pegajoso cubría todo el plato con los ojos bien abiertos. Lauren comió del suyo y escuchó como Normani bajaba las escaleras con dirección a la cocina.

Restart (Camren) (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora