Tristes mañanas viví en el pasado, junto a agrios deseos que parecían algo de otro mundo, en ellos notaba los pequeños cambios en la dirección del viento, dándome señales de tormentas inminentes en camino.
Recordando esas sombrías madrugadas, donde mi aliento se convertía en alimento para las almas sin rumbo, donde mi pasado colgaba de mi como un anzuelo; fue ahí cuando te dije que te interpusieras en mí camino, que ya no aguantaba más, que me mostraras como hacer las cosas, porque sin ti todo es difícil. Sé que mis fuerzas no son suficientes para sobrevivir a la muerte que vaga en nuestro alrededor, por favor, te pido que me encuentres en medio de esas mañanas sin final, crea con mi desesperación hermosas noches con estrellas enardecidas, unas que guíen mi camino por tu orden.Espero que escuches mis agonizadas palabras, padre te lo pido, no puedo sino estás aquí.